Desobediencia

Crítica de Rolando Gallego - Lúdico y memorioso

Sebastián Lelio es un gran director. En esta primera incursión en el cine americano tiene la difícil tarea de contar una historia de amor prohibido en medio de una comunidad religiosa.

Si bien en los momentos de mayor tensión sexual, el realizador no se anima a mucho, en las atmósferas y climas, como así también en la posibilidad de mantener en vilo al espectador con el devenir de las protagonista, deposita todo su conocimiento en imágenes.