Las protagonistas son dos mujeres que se quieren desde siempre y vuelven a reencontrarse cuando Ronit regresa, quien no logro olvidarla la llama, ante la muerte de su padre, todos aquello que supuestamente estaba dormido vuelve a avivarse.
Ronit Krushka (Rachel Weisz, “Ágora”) hija de un rabino Krushka, que acaba de morir, querido y admirado por muchos, como casi no vivió allí no la conocen, ella decidió no casarse, no tener hijos, se alejo de los mandatos de la religión y es fotógrafa en Nueva York, en cambio Esti (Rachel McAdams, “Noche de juegos”), sigue los mandatos religiosos, se casó con Dovid Kuperman (Alessandro Nivola, “Selma”) amigo de ambas y discípulo del rabino.
En esta historia de amor y de deseos prohibidos, dos mujeres se aman apasionadamente pero tienen que luchar contra los mandatos de la religión judía ortodoxa, se logra con las excelentes actuaciones de Rachel Weisz, Rachel McAdams y el camaleónico Alessandro Nivola quienes van generando grandes climas, muy sólida, emocionante, con una buena ambientación, dirección de arte, banda sonora y fotografía de Danny Cohen (“Los miserables”).
El director argentino pero chileno de adopción Sebastián Lelio (ganador del Oscar a Mejor Película Extranjera por “Una Mujer Fantástica”) con esta historia hace su primera incursión en el cine de habla inglesa, resulta desbordante esta pasión entre dos mujeres, con momentos asfixiantes, llenos de miedo, fogosidad, angustia, a veces el amor y el sacrificio llegan a traspasar todas las barreras.