El vencimiento en tanto condición inevitable se siente en la profundidad de cada espacio. Los cuerpos rendidos se confirman en sus múltiples modos. Desterro medita acerca del fin —de una relación, de las palabras, del mundo— desde el comienzo del relato. En las escasas frases que intercambian Laura (Carla Kinzo) e Israel (Otto Jr.) mientras desayunan, surgen temas cotidianos como la crianza de su hijo o un almuerzo familiar, junto a otros de tipo existenciales como la extinción de la vida en la Tierra. Al respecto, ella afirma que le gustaría presenciar ese momento, él discrepa. De fondo se comprende que esto no es lo único donde no logran ponerse de acuerdo, sino que los puntos de vista se apartan de forma irreversible.