La Muerte ya sigue el camino de memoria.
La década pasada fuimos testigos del nacimiento y dominio de dos sagas en el ámbito del terror, estamos hablando de El Juego del Miedo y Destino Final.
Ambas tienen ciertas similitudes, buscando incomodar al espectador con un gore explicito que roza lo pornográfico, ambas bastante maltratadas por la crítica pero con éxito suficiente en taquilla como para dar una tonelada de secuelas que se limitaban a hacer copy/paste de una misma fórmula que a cada entrega se notaba cada vez más desgastada.
Las andanzas de Jigsaw terminaron hace poco y al parecer de forma definitiva, de la misma forma que la Muerte aparentemente ya atrapó a todos los que debía cazar en esta última película de DF.
Repasando brevemente la historia, estamos ante un grupo de amigos y compañeros de trabajo que deben ir a un retiro laboral para aprender a trabajar en equipo. Uno de los viajantes tiene una visión de un terrible accidente en el que morirán todos, luego del trance, y prácticamente arrastrando a sus compañeros, logra salvar a un reducido grupo de morir en forma horrible. Pero la Muerte al ver como la burlan no se quedará de brazos cruzados.
Si nos atenemos a leer la sinopsis únicamente, no hay nada nuevo en el horizonte. Y este es el mayor lastre que arrastra la saga, si bien la idea de la Muerte presente –no físicamente- como una implacable asesina fue buena, la cantidad de secuelas que calcaron paso a paso a la entrega original hicieron que la formula se desgastara, incluso al límite donde si no se veían las películas anteriores daba igual para el espectador, demostrando una alarmante falta de avance narrativo a la hora de suceder las películas unas con otras.
Al parecer, intentando revivir el agotado método, el guionista Eric Heisserer agregó algunos aspectos nuevos para que el film no sea tan repetitivo con respecto a los anteriores. Un claro ejemplo es el de transformar finalmente a uno de los sobrevivientes en villano, y también, darle una vuelta de tuerca más al asunto de cómo lograr evitar ser atrapado por la Muerte, además de pequeñas dosis de humor negro.
Es una lástima que esto se hiciera recién en la quinta película, cuando a partir de la tercera –incluida- la saga ya pedía a gritos terminar o que le den un cambio de rumbo.
Otro detalle a favor es para quienes vieron las cuatro entregas anteriores, desde los créditos iniciales –de lejos lo mejor de la película- verán varios guiños a las muertes anteriores, ya sea a través del elemento homicida, situaciones parecidas o muertes similares, incluso habrá sorpresa al final de la película para quienes estén más atentos y tengan frescos los pasados films.
Igual no hay que engañarse, la película en su conjunto no ofrece nada nuevo a pesar de los intentos para mejorar el producto, eso sí, Destino Final 5 no supera a la disparadora de este universo, pero seguramente sea la mejor después de ella, aunque no fuera muy difícil lograrlo viendo los anteriores films
El cine de terror lamentablemente este año parece irse en deuda, ya que ni siquiera Wes Craven y su Scream 4 ni John Carpenter con Atrapada pudieron poner un oasis en el árido desierto de mediocridad que se está viendo a la hora de asustar a la audiencia. Para quienes amamos este género, pensaremos que la Muerte, al igual que los espectadores, se sentirá defraudada.