Están de regreso
Veinte años más tarde del éxito de taquilla de "Día de la independencia" -que fue furor en 1996 y popularizó el género de filmes sobre la guerra contra alienígenas- regresa la segunda parte de la mano del mismo director, Roland Emmerich, aunque sin Will Smith, uno de sus protagonistas. Lo cierto es que el planeta alcanzó la paz y logró reconstruirse después de la gran guerra. Sin embargo, los alienígenas regresan con todo: sin un ápice de misericordia estos seres magníficos buscar destruir el núcleo de la Tierra, pero un puñado de estadounidenses patriotas, incluido el mismísimo ex presidente, harán cualquier cosa para derrotarlos. En el medio, el filme muestra la diversidad racial, cultural y de religiones en este mundo tan evolucionado desde la década del noventa, además aparece una mujer como presidenta de los Estados Unidos. El consejo es muy preciso: esta película es para aquellos que gusten de escenas de ataques, tiros, y persecuciones infinitas, para aquellos que disfrutan viendo cómo un extraterrestre gigante va destruyendo todo a su paso y para aquellos a los que la trama mucho no les importa. Los efectos especiales son realmente impactantes pero al mismo tiempo, llega a tener un abuso de los mismos, por lo que se torna un tanto repetitiva, monótona y predecible.