Una tarjeta postal
Es una colección de historias relacionadas con gran elenco.
El día de los enamorados es una colección de historias interrelacionadas que suceden a lo largo de poco menos de 24 horas en la ciudad de Los Angeles. El filme de Garry Marshall toma a una veintena de actores y actrices exitosos de distintas generaciones (tratando de llegar a todo tipo de público) y los transforma en una serie de apenas definidos personajes que viven desventuras amorosas de todo tipo.
Si bien el protagonismo está dividido, en el centro de la acción figura Reed (Ashton Kutcher), dueño de una florería que tiene su día más fuerte de trabajo del año y por donde se cruzarán muchos personajes, como si fuera un pueblo chico. Reed le propone matrimonio a Morley (Jessica Alba) y la chica acepta. A la vez, una amiga de Reed, Julia (Jennifer Garner) está saliendo con un doctor (Patrick Dempsey) que esa noche debe viajar a San Francisco. A ninguno las cosas le saldrán como esperaban.
Por otro lado un solitario periodista deportivo de TV (Jamie Foxx) se cruzará con una publicista (Jessica Biel) con la que comparten el odio por el Día de San Valentín y el interés por una figura del fútbol americano (Eric Dane) en problemas. Estará también Liz (Anne Hathaway), cuya relación con Jason (Topher Grace) se complica por unas muy particulares cuestiones de trabajo de ella, y dos parejas de adolescentes (entre los que se cuentan Taylor Swift y Taylor Lautner) que viven el día con una alta cuota de excitación.
La lista no termina allí. Holden (Bradley Cooper) y Kate (Julia Roberts) comparten un viaje de avión que deparará sorpresas mientras que Héctor Elizondo y Shirley MacLaine son una pareja con 51 años de casados que, de golpe, vive su primera crisis. Y hay más.
En este ir y venir por las historias se van, como una golosina algo edulcorada, las dos horas de película, pasando de subtramas, personajes o actores más interesantes y con mejor timing cómico (como la dupla Grace/Hathaway o algunos momentos con Garner y Biel), a otros decididamente flojos (los adolescentes y los abuelos, entre otros).
La película entera no es más que una gran tarjeta postal del Día de los Enamorados con una Los Angeles de fondo fotografiada en ese estilo. Esas tiernas y/o melosas tarjetas de salutación que, como la película, están para ser miradas un rato y luego abandonadas en la pila de recuerdos a medio olvidar.