Tengo un solo problema con Día del atentado: su esencia. Porque la película está muy bien lograda en todo sentido pero me costó mucho como espectador tragarme toda la parafernalia norteamericana en esta ocasión.
Por lo general no tengo drama con esto y lo defiendo mucho desde el punto de vista lógico de quienes son los responsables y hacia qué público apuntan originalmente.
Incluso este estreno está más que justificado desde el mismo título -original- Patriots Day (Día de Patriotas, que es una fecha de conmemoración) pasando por el punto de vista ultra nacionalista de agentes de policía y FBI, y la utilización de material de archivo mezclado con la ficción.
Todo esto causó que me costara conectarme con los personajes y sentir la historia muy ajena y por eso le resto puntos.
Ahora bien, también debo decir que la escena del atentado me inquietó bastante. Está muy bien filmada y actuada.
Peter Berg, quien ya había mostrado gran habilidad en el manejo de subjetivas en Lone survivor (2013) lo vuelve a hacer pero en un escenario más familiar tal como lo es una ciudad y con imágenes más desgarradoras por tratarse de civiles muertos. Y aún sin mostrarlo directamente, es espectador siente que ve a un niño muerto.
Muy bien manejados los tiempos y la música, tanto en los dos primeros actos como en el tercero que es cuando el film se convierte en un policial de búsqueda.
Mark Wahlberg hace un gran laburo y con varias capas, no solo la del héroe. Y prácticamente el peso actoral entero recae en sus hombros aún estando muy bien acompañado.
Kevin Bacon, John Goodman, J.K Simmons, Michelle Monaghan y Melissa Benoist, elenco de lujo, se lucen en sus roles secundarios.
En definitiva, Día del atentado es una muy buena película pero que a algunos espectadores le puede generar una rabieta el exceso de patriotismo norteamericano. Fuera de eso, es muy entretenida y con una gran factura técnica.