Dolor en el Litoral
En los suburbios de Entre Ríos, muy cerca del río Paraná, viven familias que tratan de amortiguar su pobreza pescando o cazando animales. En una de esas familias crece Ezequiel, un niño a punto de convertirse en adolescente en el frío húmedo hasta el calor litoraleño rodeado de mosquitos, vegetación y animales que nacen y mueren en las islas. La cámara acompaña a Ezequiel en ese viaje en el que deja los juegos para convertirse en un hombre joven con el pensamiento puesto en darle un giro de timón a su vida.
El director Emiliano Grieco comenzó su tarea tras la cámara con el cortometraje Hijo del río, prosigue su tarea en Diamante a la que seguirá La huella en la niebla, con lo que armará un tríptico sobre esos seres que buscan la manera de surgir en medio de aguas turbias y terrenos pantanosos. Con Diamante, Grieco demostró que todo ese ámbito litoraleño puede observarse con candor y poesía, y así su mirada se posa en Ezequiel y su familia.
Bello en sus escenas y tierno en las relaciones familiares, este documental habla de la necesidad de observar a esa gente que arrastra su cotidianeidad con valor y esperanza. Quizás por momentos muy pausado en su muestrario, el film no tarda en convertirse en un perfecto punto de observación, en un retrato del pasado y en una mirada sobre el tiempo y lo que dejamos en el camino.