Naomi Watts se pone en la piel de "la princesa de corazones".
Este film llega de la mano del gran cineasta alemán Oliver Hirschbiegel (55) quién fue nominado a los Premios Oscar en el rubro a la mejor película extranjera por “La caída” (2004), film que se desarrolla casi en su totalidad en el búnker donde se refugiaron Adolf Hitler (interpretado excelente por Bruno Ganz) y sus allegados durante las últimas semanas de la Batalla de Berlín. Parece que a este director le gustan los desafíos y relatar parte de las vidas de algunas figuras históricas y polémicas.
La historia gira en torno a la intimidad de los dos últimos años de vida de Lady Di (1961-1997), comienza el 31 de agosto de 1997 fecha de su muerte debido a un accidente automovilístico en el túnel de la plaza del Alma en París y luego vemos con que intensidad vivió antes de su muerte. Quien se pone en la piel de la princesa es la británica Naomi Watts (45). Diana ya se encontraba separada del príncipe Carlos, heredero de la Corona Británica, con quien tuvo dos hijos, los príncipes Guillermo de Cambridge y Enrique de Gales.
Todo se desarrolla en torno al intenso romance que mantuvo con el cirujano paquistaní Hasnat Khan (Naveen Andrews) en 1995 (según la cinta). Ellos se conocieron cuando el Papá de Diana fue internado en el Hospital en terapia intensiva. A raíz de este primer encuentro, ellos debieron tener sus encuentros a escondidas, ocultar ese amor, sus gustos, sus diferencias, sus escapadas, su viaje para conocer la familia de Hasnat Khan (momento tenso, con una fuerte critica a los británicos) y quienes se atrevieron a cuestionarla y rechazarla.
El film aborda constantemente el tema del enfrentamiento con los paparazzi, en aquellos años nadie sufrió tanto el acoso de la prensa como ella, no nos olvidemos que se trataba de una princesa. En 1995, Diana ofreció una entrevista a la cadena pública BBC, una de las entrevistas más famosas y polémicas (aquí algunos detalles se pasan por alto). Y hace algún hincapié en su interés por el jazz y se cita el texto de algún filósofo.
Tenía muchos compromisos con la beneficencia, se dedicó de lleno a la actividad humanitaria, despertó mucha polémica y crítica de la corona británica, se alejo un poco de sus amigos, tampoco veía mucho a sus hijos, en la película aparecen solo en un momento, al igual que su esposo.
Se mostraba como una persona: traviesa, desafiante, inquieta y rebelde, capaz de caminar sobre un campo minado arriesgado su vida para defender sus ideas. Tantas son las presiones que Diana vive que la llevan a romper con su amor paquistaní y luego de un tiempo comenzar una relación con el empresario egipcio Dodi Al-Fayed (Cas Anvar). La vida de Lady Di que comenzó como un cuento de hadas termino como una tragedia griega.
El film resulta similar a una telenovela, no tiene demasiada fuerza, se desarrolla de manera cronológica, le falta emoción, varias actuaciones son flojas, con diálogos simples, Watts logra una buena interpretación desde lo gestual, su mirada, sus movimientos, pero el guión al ser flojo no la deja lucir, aunque al igual que otras actrices por interpretar personajes de estas características y llevarlos a la pantalla en forma de biografía puede resultar nominada al Oscar el próximo jueves 16 de enero por tercera vez (anteriormente fue nominada por:“21 gramos”- 2004, y “Lo imposible”- 2013).
Parte del gancho está en la protagonista, el tráiler y el afiche. Watts sentada en el trampolín de un yate en medio del océano con un traje de baño. Esta fotografía fue tomada por un paparazi un tiempo antes de su muerte, mirando el mar de Portofino, Italia, en el yate de Al-Fayed.