Si algo queda claro después de ver esta película es la compresión de por qué el escritor Hunter S. Thompson mantuvo archivada esta historia en un cajón durante décadas (Ver Dato Loco).
La verdad que “The Rum Diary”, el libro sobre el que se basa este film, no es ni por asomo su mejor material.
Hunter S. Thompson, no sólo fue un ícono entre esos “escritores malditos” de la literatura norteamericana como Jack Kerouac, Charles Bukowski y William S. Burroughs, sino que además fue un auténtico revolucionario del periodismo.
Thompson fue el creador de los que se conoce como el “periodismo Gonzo” que es un estilo narrativo donde el reportero se involucra en la noticia narrando los hechos en primera persona.
En realidad esto ya existía antes que este autor fuera conocido, pero es cierto que él fue que lo hizo popular con sus trabajos a partir de los años ´70.
Su obra más conocida es “Panico y locura en la vegas” que fue muy bien adaptada en el cine por Terry Gilliam, en una loca película con Johnny Depp y Benicio del Toro de 1998.
Los que esperen encontrar en Diario de un seductor algo parecido a ese trabajo de Gilliam van a salir desilusionados del cine.
Principalmente porque se trata de una historia diferente que evoca los comienzos de Thompson antes de que se convirtiera en ese particular personaje que brindó libros como “Pánico y locura”.
En este caso se narra sus comienzos en el periodismo en Puerto Rico durante fines de los años ´50 y los miembros del reparto tienen el mérito por evitar que este estreno no resultara un bodrio.
Johnny Depp, especialmente, Giovanni Ribisi y el resto de los actores fueron los que terminaron por hacer llevadera una historia que carece de un conflicto interesante.
Salvo por el hecho de seguir al protagonista dando vueltas por Puerto Rico no hay ninguno elemento atractivo que genere una atracción por la cosas que suceden en la trama.
No en vano Thompson tardó décadas en conseguir que se publicara “The Rum Diary”, que escribió a los 22 años, porque ningún editor le veía potencial a la historia.
No deja de ser llamativo también que Depp como productor ejecutivo de este film delegara la dirección en Bruce Robinson, un tipo que hace muchísimo tiempo estaba desaparecido del mundo del cine.
Su último trabajo fue en 1992 cuando estrenó Jennifer 8, un thriller de medio pelo con Andy García y Uma Thurman. Diario de un seductor tampoco es otro gran aporte a su filmografía.
En fín, lo cierto es que los actores en este caso fueron los responsables de salvar una película que podría haber sido mucho peor.