La justicia en manos equivocadas.
Una interesante mirada sobre la justicia y la ley. Si bien no es la primera vez que se trata este tema en una producción cinematográfica (pena de muerte, arreglos judiciales, leyes limitadas, entre otros), este film tiene algo de todo esto, más el agregado excesivo de algunos detalles de sadismo.
El director F. Gary Gray (el mismo de La estafa maestra) cuenta la historia de un hombre interpretado por Gerard Butler (La Cruda Verdad), que luego de diez del asesinato de su mujer y de su hija frente a él y en su propia casa, queda totalmente desconforme con los resultados de la ley. Entonces regresa para realizar justicia por mano propia. No sólo contra sus agresores, sino también contra el fiscal del distrito (Jamie Foxx, El Solista) que llevo a cabo el caso contra los criminales.
Está venganza, no solo amenaza al hombre que permitió una condena leve para los asesinos, sino también al sistema y la ciudad.
Quizás con pocos momentos de intenso suspenso, la cinta lleva bastante bien la historia e incluso logra no imaginar un resultado final. Pero cuando se devela el secreto, el director decide finalizar rápidamente el film, dejando un sabor a inconcluso.
Y si bien la película arranca con muchísima fuerza y crueldad, luego va tomando un cauce mucho más psicológico y de tinte dramático. Con buenas actuaciones de todos los intérpretes: el premiado Foxx (quien está semana también se lo podrá ver en un papel más distendido en Día de los enamorados), la historia se deja ver y puede dejar conformes a los espectadores.