Una comedia por momentos melancólica, inevitablemente romántica, de cuatro amigos ya grandes, panzones y ojerosos que se resisten al paso del tiempo, que sueñan lo mismo que hace 20 años. De ese patetismo, y de buenos diálogos, situaciones delirantes, con más lenguaje televisivo que cinematográfico, el film es logrado por momentos. Se deja ver y se disimulan ciertos desniveles actorales, algunas situaciones muy vistas y otras realmente creativas.