Una comedia que cumple lo que promete
Por lo general, desde hace un tiempo a esta parte, cuando se hacen comedias, siempre se le quieren buscar distintas visiones, profundidades e inteligencias en el guión y, algunas veces, se pierde la función de divertir al espectador.
“Días de vinilo” es sin lugar un film que promete diversión, frescura y ritmo. No solo promete eso, sino que lo cumple y con creces. “Días de vinilo” lleva una impronta heredada de las sitcom norteamericanas que divierten y mucho al público, presentando temas costumbristas desde el lado de la diversión y la frescura.
El film cuenta la vida de unos amigos que desde chicos tienen un amor especial por los vinilos, hasta que las mujeres empiezan a tallar en sus vidas. Ahí se pondrán de manifiesto los caracteres y los conflictos de relaciones con las mujeres, siendo el puntapié de esto, el próximo casamiento de uno de los amigos. Uno de los grandes aciertos de su director y guionista, Gabriel Nesci, es la elección de los personajes del cuarteto protagónico. Gastón Pauls cumple muy bien con su papel de Cineasta que trata de escribir y vender el guión para su próximo film.
Ignacio Toselli como el joven que vive tocando covers de Los Beatles y que sueña con conocer Liverpool, realiza un trabajo que lo posiciona como una de las grandes promesas de la comedia nacional. Rafael Spregelburd vuelve a demostrar todo su oficio y capacidad en el papel de músico que se termina dedicando a crear singles para una funeraria. Fernán Miras es quien se pone la película al hombro logrando los mejores momentos del mismo. Incluso Leonardo Sbaraglia en una breve participación haciendo de él mismo esta brillante. “Días de vinilo” es un film para ir al cine a divertirse y pasarla bien con una película sumamente divertida e inteligente