Nesci, de probada solvencia en el guión televisivo con las dos temporadas de la serie "Todos contra Juan", prueba suerte ahora en el mundo del largometraje para contar la historia de cuatro amigos del barrio Damián, Marcelo, Luciano y Facundo, que se conocen desde los momentos compartidos en la infancia, punto de arranque de la narración con un ajustado uso de la voz en off que nos introduce en el relato y en cada una de las historias personales de los protagonistas.
Tal como reza el afiche de la película: "las relaciones son todo un tema", y desde allí ya nos presenta los ejes de esta historia de treintañeros: la música, la amistad y las mujeres.
Damián (Gastón Pauls en un papel que sin lugar a dudas remite a su televisivo "Todos contra Juan") es el guionista del equipo. En plena crisis después de haber roto su pareja con Ana (Carolina Peleritti) trata de redimirse con un segundo guión que le permita dejar atrás su imagen de cineasta liviano, con la comedia romántica "a cuestas" con el que ha logrado su moderado primer éxito. Se cruzara en el camino con Vera (Inés Efron) quien lo ayudará a recomponer su guión e intentará también emparchar sus problemas afectivos.
Luciano (Fernán Mirás) conduce un programa de radio y también sufre un desengaño amoroso con Lila (Emilia Attias) quien convierte en un hit una canción dedicada a él, contando las peores miserias de la pareja, que llega rápidamente a ser número uno en los rankings de todas las radios, inclusive en el programa del propio Luciano.
Su productora radial es Karina (Maricel Alvarez), novia de otro amigo del grupo, Facundo (Rafael Spregelburd) un compositor amateur de música y jingles, que comercializa tumbas para un jardín de paz.
El grupo también atraviesa un momento muy particular porque faltan pocos días para que Karina y Facundo se casen con todos los nervios, los preparativos y las dudas que suelen aparecer a último momento en los novios y terminan contagiando al grupo.
Completa el cuarteto Marcelo (Ignacio Toselli a quien vimos en "Buena Vida Delivery"), el líder de una banda tributo a los Beatles, que sueña con tocar en Liverpool. Toda su vida se altera cuando conoce a una centroamericana por chat, que cuando aparece en la puerta de su casa, es oriental y sus iniciales son Y.O. (Yenny Orozco). Como buen admirador y émulo de John Lennon, Yenny Orozco perturba su vida tal como Yoko Ono lo hizo en su momento con John.
Con estas cuatro líneas argumentales bien diferenciadas pero que a la vez se entremezclan, Nesci teje una comedia muy agradable que se aproxima al universo de las relaciones de pareja, el trabajo, los desengaños amorosos, el desarrollo profesional y los proyectos personales en un universo sesgado por los treintaypico.
El papel de Gastón Pauls y su guionista en búsqueda de una identidad y de un estilo propio, aunque dubitativo en el camino que debe elegir, le permite inclusive a Nesci autoreferenciarse permanentemente y reirse de su propia situación -y de la de cualquier cineasta argentino jóven- dentro del medio.
El guión aprovecha el ritmo de sitcom y sabe construir situaciones sumamente divertidas, sobre todo, en los pasos de comedia del personaje de Marcelo (con muy buen timing por parte de Ignacio Toselli) con las situaciones de su banda y de la aparición de Yenny/Yoko, jugando además con guiños típicos de una época en complicidad con el espectador.
Si bien algunas situaciones se encuentran un tanto alargadas con una duración que va un poco en perjuicio del ritmo general (dura casi dos horas), la diversidad de las historias y la buena incorporación de personajes secundarios (con una brillante participación de Leonardo Sbaraglia casi parodiándose a si mismo o Gonzalo Urtizberea) hacen que la historia se pueda ver siempre con una sonrisa.
El elenco tiene al frente cuatro actores de diversas extracciones (Pauls es más televisivo mientras que Spregelburd proviene más del circuito teatral off y Mirás ha tenido trayectoria tanto en cine como en teatro como en televisión) que potencian aún más el espíritu de grupo. Cada uno parece tener un personaje escrito a su medida y se los ve sueltos, distendidos, divertidos, formando un equipo sólido y teniendo posibilidades de brillar cada uno en su momento.
Con las actuaciones femeninas, lamentablemente no pasa lo mismo.
Detrás una Karina tan bien cincelada por Maricel Alvarez (a quien vimos junto a Javier Bardem en "Biutiful") que asombra en el tono de comedia después de haberla visto en sus trabajos dramáticos, acompaña Inés Efron haciendo una vez más el mismo papel con la misma cadencia y con los mismos gestos de siempre (que ella sabe lograr y que si bien sabemos que su criatura queda cinematográficamente simpática, ya está demasiado desgastada y parece calcada de "Cerro Bayo" "Amorosa Soledad" o "Medianeras").
Carolina Peleritti está correcta pero poco convicente y desafortunadamente Emilia Attias no se encuentra para nada a la altura del resto del equipo, con una actuación acartonada y con líneas de diálogo que, pronunciadas por ella, cuesta mucho que suenen creíbles y queda completamente desajustada del nivel general del film.
Asi y todo, más allá de los desniveles apuntados en algunas actuaciones, el guión tiene trazos inteligentes y divertidos y la historia es fresca y llevadera.
Una comedia que habla de la amistad, los sentimientos, las relaciones, los éxitos y los fracasos y lo hace sin perder el buen humor y las situaciones de comedia. Lo que ya es todo un logro.