Empleado de un taller mecánico, Quique es católico practicante. Su vida transcurre entre su trabajo, la iglesia y lo que cree que son los dos amores: su mujer y su moto. Pero un día es despedido de su trabajo, su mujer lo abandona y su mejor amigo lo traiciona. Frente a tal desolación, Quique decide romper con los mandamientos. Cuando todo parecía perdido, el amor volverá a su vida, lo que le dará la oportunidad de reconciliarse consigo mismo y con Dios. Los directores Roberto Salomone y Daniel Alvaredo lograron con este tema construir una entretenida comedia que, bien interpretada por Diego Pérez, habla de fracasos y de felicidad.