Piero es gay y lleva 14 años en pareja con Re. No le teme a nada y en esa ciudad rica y conservadora de Italia, asoma como un líder nato a la hora de llevar adelante la lucha contra todo tipo de discriminación. Se presenta en las preliminares representando a un partido de centro-izquierda, y cuando se quiere acordar parece el candidato seguro para asumir la intendencia de la región. Eso sí, hay un serio inconveniente a salvar: su compañera de fórmula es bella, formal y terriblemente conservadora. Tan atractiva, sin embargo, como para hacer tambalear las inclinaciones sexuales de Piero. Los italianos siempre se han destacado en el rubro comedia. Lejos de las grandes muestras del género que dejaron huella en los `60 y `70, a cargo de Dino Risi, Moniccelli y Scola, la propuesta es simpática, juega con una serie de prejuicios que todavía perduran en buena parte de la sociedad peninsular, con desparpajo moderado y cierta gracia.