Entre tanto tanque de Hollywood y película nacional, llega esta comedia francesa a la cual le fue muy bien en Europa cuando se estrenó el año pasado.
La idea de juntar a las tres religiones monoteístas principales del mundo en tono gracioso ya se ha hecho antes, pero aquí el agregado musical le aporta una novedad.
Si bien el guión es muy obvio de principio a fin, los personajes son muy queribles y por ello te dejás llevar.
Hay algunas secuencias muy graciosas y otras tantas que intentan serlo pero que no lo logran.
El director, que también es actor e interpreta al manager que forma a la banda, Fabrice Eboué, hace buen uso de su oficio de comediante, pero no logra muchos de los golpes de efecto que pretende.
A su vez, la clásica y característica “comedia francesa” se encuentra un poco diluida en esta producción. Sin llegar a una “americanización”, pero hay una pérdida de identidad.
Asimismo, el elenco está muy bien. El trío compuesto por Ramzy Bedia, Guillaume de Tonquédec y Jonathan Cohen tiene mucha química.
Lo mismo ocurre con el mismo Fabrice Eboué y quien hace de su asistente, Mathilde Seigner.
En definitiva, Coexistir (título original y mucho más preciso que el que le dieron aquí), es una buena comedia para pasar el rato. Una opción diferente.