Django sin cadenas

Crítica de Alan Echeverría - Cinéfilo Club

Súper esperado, cumplidor y 100% “Tarantinesco”

Un film del que se viene hablando hace tiempo, con un jugosísimo tráiler que no hizo más que acrecentar la ansiedad, sobre todo en seguidores del prestigioso y particular Tarantino.
Por dónde empezar, un tema dificultoso. Podemos destacar, una vez más, luego de una magnífica interpretación encarnando a Hans Landa, el papel que lleva a cabo de manera sublime Christoph Waltz, en esta ocasión del lado contrario, si hilamos fino y encontramos ciertas similitudes con Inglourious Basterds, dado el racismo crudo que se muestra en el relato. Lo de Jamie Foxx está más que bien pero sorprenden y/o atrapan aún más los personajes interpretados por Leonardo Di Caprio y Samuel Jackson.
En lo que respecta a la historia, Django Unchained ya comienza con una mística interesante y en la primera escena ya presenciamos un poco de acción. El guión está bien tramado, el relato nos lleva por sí solo a buen puerto y el ritmo de la película es ameno, con mucha dinámica y seguidillas de secuencias en donde los tiros copan la pantalla. Y aquí llegamos a los 60 minutos iniciales, en donde todo marcha bien pero la historia parece caer en una incertidumbre. Y es donde nos preguntamos qué sucederá en la hora y cuarenta y pico restante. Un giro da con la aparición de Di Caprio y a partir de ese momento éste comienza a tomar protagonismo a partir del carismático pero detestable Candie, mientras el personaje de Waltz se va haciendo cada más querible con el correr de los minutos.
A partir de allí es donde Quentin le imprime su sello en aquellas escenas en donde priman los diálogos extensos pero con una tensión que crece a grandes escalas. Momentos en los que todo parece marchar bien pero algo está por saltar para “pudrir” el ambiente y que derive en una carnicería. Si nos preguntamos si es excesiva la cinta, la respuesta es un sí sin titubeos, es que si no lo fuese no encontraríamos la huella de Tarantino. Gritos desgarradores de víctimas de disparos que nos rompen el tímpano para hacernos sentir la crudeza que le busca estampar el director, sangre a chorros e intriga respecto de quién/es se salvarán.
Estamos en presencia de uno de los mejores y más esperados films del 2012, sin lugar a dudas. Distinto y polémico, si se quiere, como siempre, Tarantino nos ofrece una muy buena pieza aunque no a la altura de Inglourious Basterds o la majestuosa Pulp Fiction.

LO MEJOR: la historia, la tensión característica que se le da. La intriga, los giros, la musicalización en sincronía de los sucesos y personajes. Christoph Waltz: un genio.
LO PEOR: casi 3 horas de duración que podrían resumirse en mucho menos.
PUNTAJE: 8,40