OTRA VENGANZA
Otra vez Tarantino busca venganza. El filme se ambienta en el sur de los Estados Unidos, antes del comienzo de la Guerra Civil, y nos presenta a Django (Foxx), un esclavo liberado que se asocia con un cazador de recompensas (Waltz) y salen a buscar asesinos por todo el lejano oeste. A cambio de ayudar a su nuevo dueño, Django tratará de liberar a su esposa, que esta en las manos de un desaforado terrateniente de Mississippi. Armada sobre grandes secuencias, el filme no tiene la maestría de “Bastardos in gloria”, pero el talento de Tarantino igual se hace ver: tensión latente, diálogos filosos, imágenes impecables. La primera parte es magnífica, pero el filme decrece en su interés cuando estos cazadores llegan a la estancia para liberar a la muchacha. Allí aparecen algunos lunares: demasiada sangre, demasiados minutos, demasiadas exageraciones. Es un homenaje al spaguetti-western, un filme de acción y de amor que orilla los excesos y la parodia. Otra vez Tarantino cuenta lo que le hubiera gustado que hubiera sucedido, no lo que realmente pasó.