Esclavo Rises
"Django Unchained" es la última película de Quentin Tarantino que llega para decirnos nuevamente que la venganza es el placer de los dioses. Siguiendo lo que podría considerarse ya su estilo tradicional, el director norteamericano nos presenta una historia de vendetta y redención enmarcada en un período histórico teñido de violencia e injusticias sociales. Como ya lo hiciera con "Bastardos sin gloria" en 2009, elabora una historia ficticia a partir de hechos históricos que sí sucedieron, como la 2da guerra mundial en aquel film y ahora con la guerra de secesión en "Django...", y les imprime su estilo cómico-bizarro-violento.
La trama de este último trabajo se centra en la historia de Django (Jamie Foxx), un esclavo negro que perdió a su esposa en una venta de personas. Por esas cosas del destino, la suerte lo lleva a conocer al Dr. Schultz (Christoph Waltz), un odontólogo devenido en caza recompensas que necesita de su ayuda para atrapar a los hermanos Brittle, unos tipos malísimos que fueron amos de Django en el pasado. Al agarrarle el gustito al trabajo de cazar blancos y matarlos por dinero, Django decide quedarse con el Dr. Schultz y elaborar un plan para rescatar a su amada Broomhilda (Kerry Washington) que se encuentra esclavizada en la plantación de Candyland, tierra de un sádico personaje llamado Calvin Candie (Leonardo DiCaprio).
Como se imaginarán abundará la sangre, la venganza, la tensión y las situaciones bizarras, plagadas de diálogos que son realmente para memorizar. Los seguidores de Tarantino podrán encontrar algunas técnicas cinematográficas muy similares a las utilizadas en "Kill Bill" y "Bastardos sin gloria" como por ejemplo el acercamiento de planos, la música histriónica que acompaña los momentos de tensión, las secuencias de acción y la sutil caricaturización de los personajes. Debo decir que aquellas dos películas me parecieron superiores a este último trabajo del afamado director, lo que no quiere decir que sea aburrida o de baja calidad, pero no creo que se haya llegado a superar el entretenimiento, el timing y la trascendencia que se logró con aquellos. Quizás mi sensación tenga que ver con la repetición de su fórmula cinematográfica que no aporta muchas cuestiones nuevas a lo que viene mostrando desde hace casi 10 años.
Un western bizarro que será del agrado de los tarantinistas y que quizás logre atraer a nuevos adeptos que irán a verlo debido a su popularidad creciente al estar nominado para los Oscars 2013. El resultado de su trabajo es bueno, pero espero que aporte algo más innovador en su próxima propuesta.