Un elenco de lujo. Humor negro y violencia desbordantes en un film que tiene el sello de Tarantino.
El director, guionista, productor y actor estadounidense Quentin Tarantino nacido en Tennessee hace 49 años, vuelve a atrapar a sus seguidores y aquellos que no lo son tanto. Sus películas siguen siendo convocantes. Este es un relato muy violento sobre la esclavitud en 1858 en el sur de Estados Unidos: dos años antes del comienzo de la Guerra Civil; desde las primeras imágenes mantiene la estética, la fotografía, los colores, la música y los acordes de aquel recordado “Django” (1966) dirigida por Sergio Corbucci protagonista Franco Nero.
Es un homenaje desde lo citado anteriormente y todo lo relacionado con el western, aportando la banda sonora del spaghetti western, especialmente Morricone y Bacalov (quien le aportó el sonido al Django original), música country, rap, ritmos afroamericanos, tema de RZA, pieza originalmente compuesta para la película en la letra participó el mismo cineasta.
Comienza cuando un dentista alemán, el Dr. King Schultz (Christoph Waltz), en algún lugar de Texas, conduce una carreta con una muela gigante en su techo (ya tiene un toque de humor), se encuentra con unos hombres que llevan a un grupo de esclavos negros encadenados, durante una noche fría. Este dice que se encuentra buscando a unos individuos, bajo un interrogatorio descubre que uno de esos negros es Django (Jamie Foxx), y sabe como hallarlos.
En medio de la noche logra llevarse a Django, a cambio este le pide que lo ayude a encontrar a su amada esposa Broomhilda (Kerry Washington), que es esclava de un excéntrico millonario Leonardo DiCaprio el sádico algodonero Calvin Candie, dueño de Candyland y comerciante de hombres que luchan hasta la muerte, (como los espectáculos de animales salvajes y hombres en el coliseo romano por ejemplo de Nerón, o similar a las riñas de gallos, pero con humanos), y todos los presentes disfrutan del espectáculo.
Ahora Django recupera su libertad y hasta gana dinero trabajando junto al Dr. Schultz, este lo entrena como un pistolero, porta armas, monta a caballo y usa ropa diferente; ellos juntos se enfrentan una noche a fanáticos racistas cercanos al Ku Klux Klan; continúan su trabajo en distintas épocas del año, incluso durante crudos inviernos. Siguen encontrando muchos criminales, hasta llegar a ganar una fortuna. Django llega su objetivo que es rescatar a Broomhilda quien se encuentra capturada en la plantación Candyland propiedad del soberbio y macabro Candie Calvin.
En el elenco sobresale cada uno a su medida: Jamie Foxx muy bien interpretando su protagónico, nuevamente vuelve a brillar; Christoph Waltz, es malo a veces, por momentos es bastante afectuoso; Leonardo DiCaprio excelente, sádico, violento, cruel y inhumano. Una injusticia que no fuera nominado a los
Premios Oscar; Samuel L.Jackson muy bien maquillado, compone un sirviente que ayuda en todo a su amo y termina siendo odiable, como espectador le deseas lo peor. Prácticamente todo el elenco se destaca con actuaciones entretenidas y hay participaciones especiales como la de Franco Nero y la del director Tarantino.
Su trama es divertida, muy violenta y cruel, sangre en todas las escenas, cuerpos destruidos, explosiones, tiros, hasta tiene un lugar el humor, con todos los toques de su director, una historia muy bien contada, su duración es extensa. Son 165 minutos que pasan rápidamente, quédate a ver hasta el último de los créditos.
Este film tiene 5 nominaciones al Oscar 2013 como: Mejor película, mejor guión, mejor actor de reparto (Christoph Waltz), mejor fotografía, mejor edición de sonido. Ya obtuvo dos Globo de oro Mejor actor secundario (Christoph Waltz) y Mejor Guión (Tarantino).