Dóberman

Crítica de Belén Montiel - Cuatro Bastardos

Dóberman: Hasta dónde puede llegar una simple charla.
«Doberman», película dirigida por Azul Lombardia, que muestra como una tarde de siesta tranquila puede convertirse en una pelea de intereses amorosos entre dos mujeres.
Azul Lombardia es co/autora y directora de «Según Roxi, la obrita de teatro«, con la que realizaron funciones en el teatro La Comedia durante 2015 y 2016. También escribió con Julieta Otero el libro «Según Roxi/Autobiografía de una madre incorrecta» editado por Random House en 2013.
Un tarde mientras Mecha (Monica Raiola) prepara un tuco esperando la llegada de su hijo y su perro Doberman, le toca el timbre Mirna (Maruja Bustamante), una vecina con algunos trastornos psicológicos que está tratando de salir de una serie de ataques de pánico. Entre cuestiones amorosas, y algunas frases burdas, estas dos mujeres desafiarán sus intereses de la manera más violenta.
El filme comienza con un ojo lento para el espectador que está acostumbrado al cine más comercial; que se basa en diálogos vacíos, sin mucho contenido y hasta densos en cierto punto. Podría hasta decirse que son diálogos con contenido de violencia hacia la mujer. Como por ejemplo la cosificación de una médica por su condición sexual.
La Directora nos quiso mostrar algo innovador usando muy pocos elementos. Una casa común en un vecindario tranquilo y una charla de vecinas con temas cotidianos prejuicios y juicios hacia los demás y entre ellas, no mucha más que contar. Hay un exceso de tiempo en cada escena y eso es uno de las sensaciones que produce esta película, que originalmente fue una obra teatral.
Resulta claro decir que Dóberman no muestra lo mejor del arte, sino que nos introduce este juego extremo, con interpretaciones logradas, entre lo serio y lo burdo.