Un director que le pone su sello, la participación de grandes actores que tienen la oportunidad en escenas clave de mostrar su brillo, unas batallas, en especial en la última parte que son realmente sorprendentes, y para los fans un multiverso que permite visitas que serán muy festejadas: Estos son algunas de las razones para disfrutar de esta nueva entrega de Doctor Strange. Contar con actores como Benjamín Cumberbacht, Elizabeth Olsen en los grandes roles le permite al director darles los suficientes primeros planos para que demuestren la carnadura de sus personajes. Sam Raimi puede imprimir su estilo, muy bien acompañado por la fotografía de John Mathieson, la partitura perfectamente coordinada de Danny Elfman y la edición de Bob Murawski y Tia Nolan. Un director que se impone y un gran equipo técnico. A esta altura uno da por descontado los efectos que requiere la fascinación del multiverso. Una idea que el guionista Michael Waldrom maneja muy bien y que por momentos se mezcla con ideas religiosas que parecen imponerse fácilmente, elegir una de las realidades donde uno es feliz o donde habitan los seres queridos que en otros lados no se encuentran, por ejemplo. El impulso que desata el argumento es el de Wanda y su búsqueda para instalarse con la existencia de sus hijos, una felicidad que parece a su alcance. Olsen esta magnífica en su rol se necesita estar al tanto de Wanda Visión para entender mejor). Ella deja fluir su poder, su potencia de bruja para desafiar a todos los mundos y perseguir a América Chávez, una adolescente que sabe la clave para abrir portales pero es un poder que no sabe manejar. A la joven la hace poderosa su miedo. Y es el personaje que Strange decide proteger. Al fin de cuentas así puede huir de la dolorosa experiencia de ver al amor de su vida casarse con otro. Claro que tendrá un universo donde expresar sus sentimientos. El personaje de América todavía está desdibujado, tiene dos madres a quienes abandonó sin querer. Seguramente tiene destino de protagonista en otro film. A Strange que todavía no es supremo hechicero le queda descubrir un universo en EEUU, donde murió heroico pero descubre sus debilidades y ciertas características de su carácter. Un plato fuerte para fanáticos, una buena puerta de entrada para neófitos. Hay que verla en el cine.