La ultima película del MCU del año, nos trae a Dr. Strange, un personaje a conocido en el mundo de los cómics pero tal vez novel para la gente que no los lee para introducirnos en el mundo de la magia.
Antes de seguir con la critica en si quiero aclarar que la película me gusto, pero a medida que pasaron los días me empezó a gustar menos. Tal vez de ahí que vaya a parecer que son solo negativas las cosas que aquí se plasmen.
El guión de la película es la básica historia de origen. Es decir, nos plantea la historia de nuestro héroe desde su inicio. Este es el primer problema. Ya hemos visto tantas historias de este tipo que nos aburren. Sabemos a donde van, sabemos donde terminan y todo lo que pasa en el medio, ya que los personajes de los cómics en general no son muy diferentes entre si, lo que los distingue en todo caso son los poderes o el mundo en el que viven.
Un punto a favor para destacar es lo visual. Esta es la primera película de Marvel en mucho tiempo que sorprende en ese sentido. Si bien por momentos parece una copia de “El Origen”, es muy novedoso. Pero eso genera otros problemas. En primer lugar es reiterativo hacia el final y se pierde esa sorpresa inicial. Y además, me dio la sensación que no se animaban a ir en profundidad en ese mundo tan basto y desconocido.
El hecho de tener que meter a este nuevo personaje y la magia en el universo Marvel, hace que tengan que recortar ciertas cosas, y parezcan hasta anticlimáticas. Esa creación que tanto nos gusto al principio de estas películas, esa sensación de que estos héroes habitan en nuestro mundo, le corta las alas a las posibilidades que un mundo donde existe la magia nos podría dar.
Ese tono de película de Bourne en el que han incluido a los superhéroes le juega en contra a una cinta que, de haberse animado a ir a fondo con el material, podría haber sido un antes y después en este tipo de cine, para quedarse en una película sobre la media del genero, pero no mas que eso.
En cuanto a los actores no hay nada que discutir, excepto que creo que están desaprovechados, sobre todo Madds Milkensen, que podría haber hecho algo muy superior, mas no sea si no le hubieran maquillado los ojos al punto de quitarle expresión a uno de los actores que mas puede hacer sin hablar siquiera.
En conclusión, la película es buena, mas por lo visual que por otros motivos y vale la pena verla en el cine, sobre todo en 3D.