A casi 40 años del estreno de «El resplandor», llega «Doctor Sueño», secuela y homenaje de aquel clásico del cine que inmortalizó Jack Nicholson.
El desafío no era menor. Adaptar al cine una historia de Stephen King, pero no cualquiera, sino la continuación de un universo que muchos espectadores ya vieron representado por el mismísimo Stanley Kubrick. Simbolismos, escenas icónicas, terror del que no necesita oscuridad. Y, encima, las expectativas.
Mike Flanagan ya había demostrado su talento para adaptar a Stephen King en la genial «El juego de Gerald» y su capacidad para sobresaltar a cualquiera con la serie «La maldición de Hill House». Sin pretender emular a Kubrick sino homenajearlo, Doctor Sueño tiene baches pero también una buena cantidad de grandes momentos.
¿De qué se trata Doctor Sueño?
Danny Torrance nació con un resplandor, una capacidad extrasensorial que se exacerbó cuando era niño y su familia se mudó a un extraño hotel. Hoy es un hombre adulto que lucha por mantenerse sobrio mientras trabaja como enfermero. Pero su resplandor sigue ahí. Cuando Abra, una niña con capacidades similares, lo conecta, ambos unen fuerzas ante una aterradora amenaza.
Lo bueno y lo malo
El comienzo de la película nos introduce en el mundo de Danny adulto y su lucha por mantenerse sobro, al tiempo que vemos el espantoso actuar de un grupo de seres con toques vampirezcos que cometen crímenes atroces. Esta presentación me resultó lenta, como haciendo un esfuerzo pretencioso por crear algo demasiado especial sin éxito alguno. Entonces, cuando notás que las expectativas te están jugando en contra y te preparás para hora y medio de bodrio… llega ese resplandor que todos esperábamos.
Cuando Danny y Abra entran en acción, empieza lo mejor. Lucha metafísica, juego de poder, espíritus, terror, la mente peleando con sus demonios y desafiándolos. Ahí se pone bueno, hasta llegar a un gran final, digno de Stephen King. Porque lo que la película tiene a favor, como toda obra basada en las historias del gran maestro, es la inevitable originalidad.
Sin llegar a la maestría visual de Kubrick, la película cumple más que bien desde lo visual. Ewan McGregor – que ni es ni pretende ser discípulo de Jack Nicholson- cumple con lo suyo y no decepciona. Destaca el trabajo de la pequeña Kyliegh Curran como Abra y de la poderosa Rebecca Ferguson como Rose the Hat.
Doctor Sueño, aun con sus fallas, con su tiempo excesivo (152 minutos tienen sabor a mucho), ofrece un relato original y diferente. Eso es King. Pero además, logra homenajear tanto como puede todo el imaginario de Kubrick, para que sonriamos -o saltemos- al ver esos personajes que tomaron forma cuatro décadas atrás.
Puntaje: 6/10
Título original: Doctor Sleep
Duración: 152 minutos
País: Estados Unidos
Año: 2019