Volver a resplandecer. Crítica de “Doctor Sueño” de Mike Flanagan.I
Terror y espíritu nostálgico en la segunda parte de uno de los clásicos más grande del cine de terror. Por Bruno Calabrese.
Al ser la continuación de “El Resplandor” surge inevitablemente la comparación con el clásico de Stanley Kubrick protagonizada por Jack Nicholson de 1980. Eso es lo primero que hay que evitar, es casi imposible lograr algo que esté a la altura de una película considerada como una de las mejores del género de terror de la historia. Así y todo, Doctor Sueño entretiene gracias a una historia atrapante, buenas escenas de suspenso y personajes aterradores.
En el film veremos a Danny Torrance (Ewan Mcgregor), quien ahora es un adulto atormentado por los eventos ocurridos en el Hotel Overlook. Actualmente, después de superar sus problemas con el alcohol, vive en un pequeño pueblo de New Hampshire trabajando en una residencia de ancianos. Allí utiliza su habilidad mental denominada ‘resplandor’ para proporcionar consuelo a los moribundos. Pronto conocerá a una niña con su mismo poder, con un resplandor aún más brillante que el suyo.
El escritor Stephen King había criticado la película de Stanley Kubrick porque la misma se centraba en los problemas de alcohol de Jack Torrance (Jack Nicholson) que en la crisis creativa que sufre el escritor, cómo relata en el libro. A pesar de eso, el director elige seguir la línea argumental de esa película, obviamente con el aval del escritor. Es por eso que vemos a Danny tratando de luchar contra los mismos problemas de alcohol que sufría el padre.
Pero el eje central de conflicto no estará planteado en ese ámbito, el principal problema son unos vampiros que aspiran el resplandor para vivir eternamente. Una especie de secta asesina que recorre kilómetros en busca de niños poseedores del poder para torturarlos y aspirar el vapor que emanan. Siempre utilizando el angelical rostro de Rose The Hay (un maravillosa Rebecca Ferguson) como carnada para atraer a sus víctimas. Los mismos están muy bien presentados y tienen un sadismo aterrador.
La película tiene dinámica y en ningún momento aburre. Tiene un tono depresivo atrapante e hipnótico. Nos sacude por momentos cuando los eternos consiguen presas para saciar su sed. Pero hay algo que reprocharle: es el final en el hotel Overloock. Intenta funcionar que como una especie de homenaje a la resplandor original pero su conclusión se da muy rápido y no da tanto miedo como si lo hacen en toda la película “los eternos”. Sin ir más lejos, el año pasado, Steven Spielberg en Ready Player One le hizo un mejor homenaje.
La ambientación y el manejo de las escenas de terror que Mike Flanagan le imprime a sus película es realmente admirable. Ya desde su ópera prima “Absentia”, pasando por “Oculus” y la atrapante Hush (si no la vieron, véanla está en Netflix), hasta llegar a la serie “La Maldición de Hill House”, el director mostró un manejo del suspenso envidiable. Acá lo vuelve a demostrar pero con un guión sólido cuya adaptación era muy esperada por fanáticos del género.
“Doctor Sueño” es un aterrador relato de aventuras, con la eterna lucha entre el bien y el mal. Una película que, a pesar de no estar a la altura de su antecesora, cumple con creces a las expectativas generadas.
Puntaje: 75/100