Las consecuencias de la cancelación.
Dolce fine giornata es una película polaca protagonizada por Krystyna Janda, con la que ganó el premio por su actuación en el Festival de Sundance. Está dirigida por Jacek Borcuch, de larga trayectoria televisiva, y completan el elenco Antonio Catania, Lorenzo de Moor, Vincent Riotta y Kasia Smutniak, entre otros.
La historia se centra en Maria Linde (Janda), una prestigiosa escritora ganadora del Premio Nobel, que vive junto a su marido Antonio (Catania), su hija Anna (Smutniak) y sus dos nietos en La Toscana. Pero su vida cambia luego de que pronuncie un polémico discurso a favor de la inmigración días después de que ocurra un atentado terrorista en Roma.
En primer lugar vale la pena destacar el buen uso del fuera de campo, ya que al igual que en Sol ardiente de Nikita Mikhalkov, se nos muestra como la idílica vida rural de esta familia se ve afectada por lo que ocurre afuera. Motivo por el cual se deja la pantalla en negro en el momento en que se escucha el acto terrorista, cuya explicación se oye en los medios, y Antonio le muestra a Maria el pilón de cartas, a favor y en contra, que recibió en respuesta a su discurso.
Un párrafo aparte merece la fotografía, a cargo de Michal Dymek, que con iluminación excesiva y sus tonos cálidos refuerza la idea de refugio ideal en el que viven sus personajes. Así como también la fluidez narrativa que le ofrece tanto el uso de la cámara en mano como sus complejos planos secuencia de larga duración.
En conclusión, Dolce fine giornata es una película que muestra claramente cómo funciona la cultura de la cancelación imperante en la actualidad, y las consecuencias tanto en los principales afectados como en su entorno íntimo. Dándole al espectador la posibilidad de sacar sus propias conclusiones al respecto, ya que es él quien completa todo aquello que queda fuera de campo.