El idioma de la pureza.
Esta remake dirigida al público infantil y a la familia, es una aventura divertida que nos propone conocer más a los animales y la nobleza que brindan sin buscar nada a cambio. ¿Y para qué rever esta historia? Quizás porque es necesario recordar y escuchar una y otra vez el mensaje principal: los animales salvan vidas, no los matemos.
En Dolittle (2020), el director Stephen Gaghan nos relata la historia del excéntrico Dr. John Dolittle (Robert Downey Jr), el prestigioso médico y veterinario de la Reina Victoria de Inglaterra. Después de la pérdida de su esposa siete años antes, se encuentra aislado detrás de las paredes de su mansión, con la única compañía de su colección de animales exóticos. Dos hechos suceden como detonante y motivación para que tome la decisión de embarcarse en una aventura nueva y se reencuentre con él mismo. La primera, es la vida de un ardilla que se encuentra en sus manos y luego que la joven Reina esté gravemente enferma, el Dr. Dolittle se cruza con antiguos rivales como King Rassouli (Antonio Banderas).
Hay que darle al público lo que éste pide. Esta frase es un resumen de este film, que reitero, está dirigido a los niños. Los chicos esperan que sus personajes favoritos hagan lo que saben ocurrirá, el desarrollo debe ser predecible y en este aspecto, la película cumple. La magia existe, vivimos una divertida aventura, acompañada de una adecuada banda sonora. Esto no quiere decir que la dirección de Gaghan no tenga fallas técnicas, sobre todo en sonido y animación. Sin embargo, se destacan las características particulares de cada animal, cada uno brindando su punto de vista, personalidad y sus propios conflictos desde el humor. Los diálogos son divertidos y adecuados. Robert Downey Jr. armó un personaje que a los adultos puede no gustarles, recibió malas críticas, pero a los niños me animo a decir que sí, ya que es grotesco, simpático y divertido. La relación entre los animales y Dolittle es creíble y fluida. Se observan ciertas reminiscencias a los personajes de Burton que interpretara Johnny Depp en Alicia en el País de las Maravillas (2010) y Charlie y la fábrica de chocolate (2005), lo cual funciona muy bien. Por su parte, a Antonio Banderas le sienta divinamente el papel de villano.
Siempre que veo una película para niños, me sumerjo en un mundo maravilloso, repleto de mensajes inocentes que deberíamos recordar toda la vida para conectarnos con la alegría y ciertos adultos desconectarse con la amargura que viven. Cada frase aporta positivismo, al momento de crecer en armonía y felicidad, y para el mundo, sin importar la edad, puesto que son mensajes universales: … yo creo en ti… somos más fuertes juntos… está bien tener miedo… las mejores cosas suceden cuando no piensas… eres más fuerte que tu miedo… utiliza tu coraje y enfrenta tu miedo…
¿Qué sería de nosotros sin los animales? Realmente estaríamos perdidos, no se trata de hablar en humano o de hablar en animal (los niños comprenderán)… se trata de comunicarnos desde el idioma universal, intuitivo, el del corazón, con amor y ternura.