La nueva versión del Doctor Dolittle no sólo está lejos de poder ser comparada con la saga de Eddie Murphy de los 90 sino que también está a años luz de poder pensarla como una película mediocre.
Para quienes hemos nacido en los 90s era más que común en alguno de los días del fin de semana, encontrar al gran Eddie Murphy interpretando al papel por el que una generación de chicos, o más, conocieron al gran comediante. Ese papel era el del Doctor John Dolittle, un soberbio doctor que durante mucho tiempo reprimió una curiosa habilidad que poseía: la de poder hablar con los animales. Esta historia que está adaptada de una saga de cuentos británicos creada en 1920 por el escritor inglés Hugh John Lofting bajo el nombre de “La historia del Dr. Dolittle” narra las aventuras de un doctor veterinario que mediante su poder de comunicación con los animales lograba curarlos de manera veloz y acertada. Si bien las primeras dos películas que encabezó Eddie (1998 y 2001) son consideradas como películas de culto por parte de los cinéfilos millennials, la crítica no fue tan benévola con ambas cintas y luego de la segunda parte Murphy se despidió del personaje. No obstante luego de un par de años, esa misma franquicia se extendió por tres entregas más (2006; 2008; 2009) pero todas pasaron sin pena ni gloria y la franquicia finalmente terminó. Hoy, más de una década después, llega en forma de reboot una nueva adaptación de la obra literaria de Lofting apuntando a ser un poco más fiel que las versiones anteriores ambientando la trama en la época victoria de Londres y recurriendo a una de las caras más reconocidas en todo el mundo hoy por hoy: Robert Downey Jr.
Con la dirección de Stephen Gaghan y un guion escrito por el propio director en colaboración con Chris Mckay y Thomas Shepherd llega a los cines de nuestro país Dolittle (2020); en esta oportunidad la trama gira en torno al joven inglés Tommy Stubbins (Harry Collett) quién gracias a las presiones de su familia termina hiriendo de gravedad a una ardilla en un día de cacería. En la búsqueda de alguien que lo ayude, Tommy termina llegando a una mansión abandonada donde antes ejercía de veterinario el Doctor John Dolittle (Downey Jr) pero que ahora bastante alejado se encuentra de esa realidad. Pese a negarse en una primera instancia, el Doc. termina asistiendo al roedor pero en medio de la cirugía una niña llamada Lady Rose (Carmel Laniado) entra en escena cuando, en representación de la Reina Victoria, le comunica al doctor que la mayor autoridad de Inglaterra está gravemente enferma y que requiere de sus servicios. Luego de diagnosticarle a la Reina que le quedan escasas horas de vida, el Doctor Dolittle y Tommy se embarcarán en una aventura en la que deberán cruzar el océano hacía una isla desconocida en la búsqueda de una medicina que nadie ha visto jamás. Por supuesto que ellos no estarán solos, ya que también estarán presentes en la aventura una gran manada mixta de animales que ayudarán de una forma u otra a salvar la vida de la Reina.
Esta nueva adaptación de Doctor Dolittle no sólo está a años luz de distancia de lo que supieron ser las películas de los noventa, sino que también está terriblemente lejos de poder considerarla como una película pasable. Gracias a un guion que hace que el verosímil de la cinta (que bastante poco creíble ya de por sí es) sea una payasada total, la película intenta explorar por diferentes lugares la comedia y la aventura y en ambas termina fracasando estrepitosamente. Desde el diseño de los animales con un CGI de muy mala calidad y una posterior mezcla de voces que en ningún momento dan gracia ( y algunos actores ni alcanzan a ser reconocibles) cada uno de los personajes “pelean” para ver quien tiene el momento más bochornoso y patético. A lo largo de sus cien minutos de duración, la trama da vueltas sobre sí misma una y otra vez logrando que el espectador termine perdiendo el foco totalmente. Quizás para este tipo de films el aspecto que más se tiene en cuenta en la pre-producción es la de crear una aventura familiar que sea divertida y que entretenga pero de manera inconcebible, en esta oportunidad, no terminan pasando ninguna de las dos cosas decretando un bodrio soporífero para los grandes y algo totalmente olvidable e ingenuo para los más chicos. Obviamente que en cuanto recursos narrativos o desde la puesta en escena no hay ningún aspecto que sea claramente destacable y mucho menos innovador.
Una gran interrogante que quedaba en el medio de esta producción era ver cómo iba a responder Robert Downey Jr. luego de dejar de ser Iron Man y la verdad es que la respuesta a esa pregunta es para nada alentadora. Con una actuación totalmente exagerada y ridícula en donde se lo nota totalmente incómodo y fuera de eje. Cómo voces del, bastante poco simpático, elenco que participa siendo animales se encuentran estrellas de primer nivel mundial como: Emma Thompson, Rami Malek, Tom Holland, John Cena, Kumail Nanjiani, Octavia Spencer, Ralph Fiennes y Selena Gomez. Otro de los grandes problemas es que todos y cada uno comparten como característica principal la poca participación que tienen y que en sus breves apariciones no logran generar absolutamente nada en el espectador. Hay quienes apenas tienen 3 líneas de diálogo y otros muchas más, pero para ambos casos el resultado de su tarea es el mismo: olvidable totalmente.
Esta nueva versión de Dolittle es un desastre por donde se la mire. Aburrida, poco graciosa, con actuaciones completamente lamentables y un guion paupérrimo, no hace más que enaltecer lo que Eddie Murphy supo brindar hace ya más de 20 años.