El chiste del loro
Una manera de crear un chiste es encontrar primero el remate, el hecho gracioso en sí. Una vez que se tiene el final se construye el relato hacia atrás, se crea la historia. Al ver la resolución de esta película se nos ocurrió pensar que tal vez así se construyó el guión. Imaginamos a los autores entusiasmados con la idea de un equívoco que termina en tragedia, para luego empezar la difícil tarea de "armar" una historia que cierre bien con el final.
La mala noticia es que no lo logran. Todo comienza un miércoles, con el hallazgo del cadáver de una mujer en una casona de un pueblo de la provincia de Buenos Aires. El oficial de policía a cargo investiga el entorno. El director por su parte pasea al espectador llevándolo al lunes anterior, al sábado, luego al martes, luego atrás al domingo y así, hasta marearlo, al mejor estilo Galletini en "La Patria Equivocada". Todo para que desde la platea se pueda "construir" también el relato.
Errores de continuidad, hechos sin explicaciones y un tedio absoluto acaban dando con el desopilante final, tal vez lo mejor del filme junto con la actuación de Goity, pero que no alcanza.