El Puma Goity y Mauricio Dayub son los protagonistas de este olvidable “Domingo de Ramos” que se estrena esta semana. Dos actores con gran trayectoria en el teatro, que tiran por la borda con su participación en esta producción aquellos trabajos que los han consagrado.
El regreso de Gigí Rúa, aquella bella actriz de las telenovelas y las publicidades de los ‘70, da nostalgia. Ni hablar de los actores secundarios que hacen recordar al peor cine blanco de los años ‘40.
El film es un thriller pueblerino que propone un relato estilísticamente complejo de una historia sencilla, con una buena dosis de humor y suspenso, a partir de un guión escrito por Daniel López y el mismo Glusman.
Un crimen, sospechosos, malos entendidos y dos vecinas chismosas son los elementos en los cuales gira el guión y los metrajes eternos. Con pocos exteriores y con un Pompeyo Audivert (excelente actor teatral) que se presta para hacer con la pala una masacre final son los aditamentos de este nuevo intento fallido de nuestra cinematografía.
“Domingo de Ramos” hasta padece una mala dirección de actores, que aparecen sobreactuados. Ni siquiera la podemos catalogar de película bizarra Clase B, porque cae en desajustes de todo calibre. Incluso por momentos parece tomarle el pelo al espectador (cuando Mauricio Dayub repone un loro de juguete). Y otro de los tantos problemas que presenta es la continuidad, tanto narrativa como en la progresión de los personajes.