Un thriller pueblerino referenciando al policial negro, donde el espectador reconstruye los hechos y nos conduce a un final inesperado. La historia se sitúa en un pueblo que puede ser cualquiera, en una mansión de una familia adinerada cuyos dueños son: Doña Rosa y de Don Jaime (Héctor Bidonde), se encuentra el cuerpo sin vida de la Propietaria Doña Rosa (Gigí Rua) ahora hay que averiguar el porqué de esta muerte, para esto vamos yendo y viniendo en la narración todo el tiempo para descubrir qué pasó. De esta manera se va transformando en un thriller pueblerino, se va contando que pasó unos días antes comenzando por el miércoles 6 de abril, el jefe de operativo (Gabriel Goity) va hablando con distintos personajes, dos ancianas curiosas Cora y Pola, Ramos (Mauricio Dayub), un vecino que vive con su perro, el jardinero rengo López (Pompeyo Audivert), en el interior se encuentra una maleta llena de dólares, un loro que es la mascota del hogar (que falleció unos días antes) y los espectadores intentando reconstruir también los hechos. No es una historia que estemos muy acostumbrados a ver, si bien algo similar vimos alguna vez en el teatro, acá el espectador deberá ordenar el acertijo y junto al subcomisario (Goity) saber que pasó, hay que seguir la historia de forma temporal, porque todo el tiempo vamos al pasado y al presente, a través del flashback, allí nos enteramos del romance entre el subcomisario y la fallecida. En todo momentos nos otorgan un dato más, ya desde el título del film “domingo de ramos”, fecha relacionada con la pasión, la muerte y la resurrección de Jesucristo, tiene algo de policial negro, un buen aporte tienen la fotografía y la música, con un final inesperado, contiene algunas buenas actuaciones, otras algo sobreactuadas y resulta algo molesto tanto flashback.