Hola Don Gato, tanto tiempo
Como esta de moda, aquellos dibujitos clásicos con los que toda una generación creció (crecimos), tienen una nueva vida en la actualidad. Ya paso con Los Pitufos, luego el clásico de Disney El Rey León con su reestreno en 3D.
Ahora, a más de 50 años desde su creación, finalmente le toca a Don Gato y su Pandilla, también en tres dimensiones.
Al igual que lo sucedido con los pequeñines azules, la película del gato más famoso —junto con Félix y Garfield— apunta a los más chicos. Con un humor que huele a rancio, los gags se reparten entre caídas, situaciones ridículas y algún comentario lanzado generalmente por Don Gato. La comicidad del film se siente vieja. Seguramente los menores del hogar responderán con risas, pero quienes ya estén acostumbrados a otros dibujos más actuales, seguramente se decepcionaran, y para quienes ya somos bastante grandes, preferiremos recordar con nostalgia algo que claramente envejeció bastante mal.
Pero donde el humor falla, la historia suma, no sólo limitándose a ser una sucesión de gags, sino también al intentar dejarles un mensaje a los niños. Como se comento inicialmente en la crítica, mucho tiempo paso desde el nacimiento del dibujo original hasta el día de hoy, muchas cosas cambiaron. Entre ellas, la tecnología. Si bien la película está hecha con los nuevos medios de animación, la historia le enseña a los chicos que no siempre lo más avanzado es lo mejor, y sobretodo, que nunca nada superará al toque humano (o felino) a la hora de hacer las cosas.
Este punto merece un aplauso para los guionistas Tim McKeon y Kevin Seccia.
Otro punto a favor es la animación propiamente dicha, a cargo de Anima Estudios. Si bien se nota la digitalización en los personajes (recordemos que estamos ante otro film en 3D), la sensación de 2D, de dibujo clásico pasado a la tercera dimensión, logra mantener el espíritu original de la serie.
Pero más allá de los apartados técnicos y el análisis de la historia, estamos ante un caso sumamente curioso. Seguramente pocos saben que Don Gato en USA fue un total fracaso en la década del 60, llegando a emitirse pocos capítulos (algunos dicen 29, otros que fueron 31 episodio). Pero fue en Latinoamérica donde realmente el felino triunfó. Por eso la gente de Hanna Barbera le cedió el armado de la animación a Anima Estudios, y solamente se quedaron con el rol de productores. Se apuesta a que la película triunfe en México y Sudamérica, algo que seguramente sucederá, aunque habrá que ver si las nuevas generaciones se enganchan con las travesuras de Don Gato y su Pandilla. Mientras tanto, los más grandes recordaremos nuestra infancia, aunque la película huela a viejo.