EL CALLEJÓN SIN LOS MILAGROS
México y Argentina producen la versión cinematográfica del clásico dibujo animado creado por William Hanna y Joseph Barbera en la década del sesenta. El resultado es muy pobre y bastante decepcionante.
El aburrimiento no es en sí mismo una categoría estética. Es decir que no puede ser una herramienta de evaluación o interpretación de un film a nivel académico. Aun así, cuando los espectadores estamos frente a una obra que nos resulta aburrida, sabemos que hay algo en nuestra conexión con la obra que está fallando. No podemos decir que es aburrido como única evaluación del texto, pero sí tomar este síntoma como emblemático de las fallas que una película tiene. Esto, claro, es el comienzo de la crítica a Don Gato y su pandilla, film co-producido por México y Argentina y basado en la famosa serie del mismo nombre. Dicha serie de televisión, creada por Hanna-Barbera en 1961 y de la cual se realizaron treinta episodios, no fue un particular éxito en Estados Unidos. Top Cat, tal era su nombre original, se convertiría en un fenómeno de culto fronteras afuera, en particular en todos los países de habla hispana, siendo en México –lugar del doblaje- el espacio de mayor veneración de la serie.
Pero también en Argentina la serie, que como decíamos sólo tuvo treinta capítulos, gozó de un gran éxito y es recordada por los espectadores de televisión. Debido a esto es que insólitamente Warner Bros. decidió ceder un personaje, del cual poseía los derechos, a otra compañía.
Todo lo dicho, claro esta, pasa por afuera del film, porque en definitiva lo único que importa son los méritos o la ausencia de los mismos que este largometraje tiene. Y poco bueno hay para decir de esta película, cuya morosidad y falta de ritmo y encanto son particularmente llamativos. Más estáticos que los ya de por sí algo estáticos personajes de Hanna-Barbera, los dibujos se quedan petrificados y los gags pierden todo timing, generando no sólo aburrimiento, sino incluso impaciencia. Sin embargo, una mirada más atenta, develará que lo que realmente falla de Don Gato y su pandilla es el guión. Las resoluciones son poco rigurosas, los giros de la trama son forzados y hay que dotarse de una imaginación superlativa para creer que uno está viendo un largometraje bueno. Entre la animación y el guión –tal vez el segundo se haya visto afectado por el primero- la experiencia de ver Don Gato se vuelve muy poco placentera. Tan solo el primer minuto, con el tema original de la serie, funciona al nivel del material original. El resto es un largo recorrido por una película que falla, que realmente no funciona y que no necesita que seamos paternalistas porque es una co-producción fuera de Estados Unidos. Se puede hacer mejor, no hay que conformarse con esto.