Ahora es tarde: están tocando a mi puerta
Guillaume Senez, director de Keeper (9 meses, de 2015) trae ¿Dónde está ella?, película en la que nos muestra que la construcción de los vínculos y a la vez, la lucha y las situaciones cotidianas en la vida referentes al trabajo y las condiciones de vida son temáticas que deberían preocuparnos a todos.
¿Cuánta gente entrega tiempo y espacio con sus seres queridos para proteger a los otros y sus derechos? No siempre sucede, al menos no de forma completa, que podamos identificarnos con los personajes que es posible ver en la pantalla como en esta oportunidad se presenta.
Protagonizada por Romain Duris (A quien se pudo ver en Fleuve noir, conocida en Argentina como Sin dejar huellas, de 2015) es una película sobre las cuestiones que diariamente tenemos que enfrentar en los más diversos ámbitos y, de alguna manera, una pequeña muestra de lo injustas que son algunas situaciones (y algunas personas) que creen que siempre hay algo más importante que quienes las rodean y lo que les sucede. Son dramas tan íntimos, tan personales y dolorosos, que te conmueven hasta la médula.
Si bien hablamos de cine, no deja de ser un arte y como tal, humano, y las cuestiones humanas no están exentas de ser tratadas aquí. Una buena idea sería dejar de pensar que las situaciones que están enmarcadas y por ello además, íntimamente relacionadas con las necesidades y los contextos en que la persona humana vive y se desarrolla en una sociedad compleja como la actual, en la que nadie parece estar preparado para cumplir con las exigencias que se imponen, no son temáticas de las cuales ocuparnos. Y a ello sumado que se confunden cuestiones “de organización política” y “estructura” con cuestiones de pura lógica de funcionamiento y coordinación social en que todos (podríamos) tener algo de dignidad. Porque al fin el poder y la aspiración de su obtención arrasa con el verdadero fin, que es poder resolver estas cuestiones humanas de las que hablamos, en un mundo que debiera (en el que sería bueno) pagar menos con nuestra salud mental y física el cheque carísimo de sobrevivir y demostrar éxito, pavoneándonos en la virtualidad.
Porque al fin lo que ¿Dónde está ella? examina es la cultura del descarte del ser humano que siente que la exigencia personal es una de las pautas del ser y existir de manera plena. Y es algo de lo que no tomamos total conciencia hasta que no nos toca. Y tal como decía aquel poema de Bretch, entre tenebroso por la pavura que genera como conmovedor a la vez, que finalizaba así: “Ahora es tarde; están tocando a mi puerta”, nadie está librado de ser la siguiente persona en pagar las cuentas, como en una lotería violenta.
¿Dónde está ella? es una muestra visual de la lotería violenta en la que siempre pagamos con nuestra salud mental y/o física el costo de un mundo prácticamente incomprensible.