Curiosa elección del director de Boyhood y la saga Antes del amanecer/atardecer/medianoche, la de haber elegido adaptar una exitosa novela sobre una mujer que se escapa. ¿De qué? De su propia vida, en apariencia perfecta. Una carrera exitosa, aunque en cierta meseta, como arquitecta. Una vida cotidiana cómoda, un marido amoroso, una hija inteligente y cariñosa. Con tono de comedia ligera, la película número veinte del realizador, figura central del cine independiente estadounidense, se ve como una narración disfrutable y aceitada. Pero bastante lejos del espesor melancólico y naturalista de sus mejores films. Claro que ahí está la extraordinaria Blanchett, haciendo de su Bernadette otra creación artística personal. La que sostiene, en gran medida, las virtudes de una película amable y menor.