¿Dónde estás Bernadette?

Crítica de Mex Faliero - Fancinema

¿DÓNDE ESTÁS, RICHARD?

El camino sobre el que avanza el cine de Richard Linklater es tan ecléctico que uno no sabe bien con qué se va a encontrar cuando se enfrenta a unas de sus películas. Ese, que puede ser un atributo positivo, en ocasiones se vuelve en contra porque de tanto correrse uno no sabe ya cuál es el verdadero Linklater. En su cine reconocemos una etapa más experimental (Una mirada a la oscuridad, Despertando a la vida), otra más convencional y amigable con el gran público (Escuela de rock) y otra que imbrica sus juegos formales con superficies tradicionales (Boyhood, Antes del amanecer y sus continuaciones). Todo esto, sin mencionar aquellos films nostálgicos que son odas a la juventud y al paso del tiempo y que tienen vínculo con sus primeras obras (Slackers, Rebeldes y confundidos). Ante este panorama, una película como ¿Dónde estás, Bernadette? parece aplicarse más a ese espacio de cine amigable con un espectador mainstream, pero hay algo en la suma de todas sus fichas que no termina de construir un relato del todo sólido o una historia interesante. O sí la hay, pero a partir de determinado giro que se da bien avanzada la trama la película hace un movimiento que la vuelve demasiado naif, como si hiciera falta un director convencido de lo que está narrando.

Bernadette Fox es una reconocida arquitecta (también un personaje ideal para que Cate Blanchett saque a relucir todo su histrionismo) que tras convertirse en ícono de su profesión pasó a algo parecido al ostracismo, y se fue a vivir con su familia a una enorme casona. Bernadette tiene múltiples fobias sociales, con un desprecio singular por la ciudad de Seattle y por su bastante snob vecindario: es uno de esos personajes antisociales que suelen ser divertidos, pero que aquí queda un poco expuesto en su injustificada condición de paria (injustificada porque es ella la que se inflige un poco esa condición). Claramente lo que hay es una insatisfacción, un malestar que se expresa por medio de ese odio a todo lo que la rodea, incluyendo una relación especial con su marido. Tal vez el único elemento que la ancla a este mundo es su hija, con quien tiene un vínculo de mucho afecto y comprensión mutua. Precisamente su hija (Emma Nelson, sorprendente en su debut) será clave en la segunda parte del film, cuando Bernadette decida fugarse y ella junto a su padre salgan en su búsqueda. Esta no deja de ser una curiosidad dentro de la filmografía de Linklater, alguien que mayormente ha abordado lo masculino o, si miró lo femenino lo hizo siempre desde la mirada del hombre. Aquí se impone una relación de mujeres que está construida con profundidad y mucha calidez.

Hay en la primera parte de ¿Dónde estás, Bernadette? un tono de comedia irónica bastante acertado, sobre todo porque a Blanchett les sientan bien este tipo de criaturas entre verborrágicas y avasallantes. La actriz se impone con su carisma y nos volvemos cómplices de sus fobias, mientras la vamos descubriendo a través de unos especiales televisivos que se cuelan por Internet. También hay que decir que más allá de algunas señas particulares, nos cuesta encontrar un poco el sello de Linklater, ni qué decir más adelante cuando la fuga de la protagonista convierta a ¿Dónde estás, Bernadette? en un drama familiar sin demasiada intensidad. La búsqueda de la protagonista será personal y tendrá origen en un deseo inconfeso de encontrar un horizonte. Terreno similar en el que entrará la película: ¿Dónde estás, Bernadette… es la comedia cínica del comienzo o el drama familiar impersonal del final?

Está claro que ¿Dónde estás, Bernadette? es una película que no molesta en lo más mínimo, es amable y hasta demuestra el oficio de todos los involucrados. Pero para un director como Linklater, que nos acostumbró a ser un poco más sofisticado o complejo, parece poca cosa. Y nos da para pensar si el propio Linklater no se habrá mostrado interesado en este proyecto a partir de una inseguridad propia en el terreno de su presente cinematográfico.