Aquí vive el horror
Otra vez una película de género concebida con el registro de "cámara en mano" y "falso documental" que dio tan buenos réditos en las sagas Actividad Paranormal y REC y, por qué no afirmarlo, también cansó al espectador por el abuso de estos recursos narrativos.
Como una suerte de Poltergeist made "in casa", el film español está escrito y producido por Rodrigo Cortés (Enterrado) quien delegó la dirección a Carles Torrens. Un grupo de investigación paranormal llega a un departamento, despliega su arsenal de cámaras y dispositivos para estudiar los extraños fenómenos que alteran la vida de una familia: un padre que ha perdido a su esposa en un accidente, su hija adolescente y su pequeño.
Las cámaras se convierten en testigos de los sucesos paranormales que van desde llamados telefónicos y sombras hasta objetos que se mueven solos. Donde habita el diablo (Emergo) echa mano a impactos de sonido que se imponen a la fuerza de las imágenes. El espectador debe -y sabe que tiene que hacerlo-esperar para ver lo poco que sucede en esta historia que combina fantasmas, apariciones, levitación y posesión.
Varios detectores de movimiento registran actividad para este espíritu errante que evidentemente no se ha elevado para seguir su camino, generando pánico entre los seis (que numerito) mortales que se encuentran entre cuatro paredes.
Con ecos de Aquí vive el horror y la mencionada película de Tobe Hopper, el relato quiere conformar con poco y peca de ser aburrida con un largo monólogo del padre de familia intentando explicar la suerte que corrió su esposa. Los gritos y las contestaciones de su hija sólo lo inquietan a él, olvidando a un espectador que realmente quiere asustarse.