Dormir al Sol es una adaptación de la novela homónima de Adolfo Bioy Casares. Lucio Bordenave (Luis Machín), ex empleado de Banco, ahora relojero, lleva una apacible existencia de casado en un pequeño barrio porteño, Parque Chas, en la ciudad de Buenos Aires. El barrio está apartado de todo, no tiene esquinas y está compuesto sólo por calles circulares. Los habitantes del barrio viven sus vidas sin casi salir al mundo exterior. Los visitantes esporádicos que logran llegar, una vez adentro y sin conocer la salida, se pierden indefectiblemente en este pequeño laberinto urbano. Repentinamente, y sin causas demasiado precisas, la mujer de Lucio, Diana (Ester Goris), es internada en un inquietante Instituto de salud mental, destinado a curar a gente “especial”. Bordenave se ve envuelto de pronto en una desopilante serie de impredecibles peripecias: la intrusión de su cuñada Adriana María (Florencia Peña), quien intenta seducirlo en ausencia de su hermana; las entrevistas que mantiene con el envolvente doctor Samaniego (Carlos Belloso), director del Instituto de salud, para recuperar a su mujer internada; la aparición simultánea de una perra también “casualmente” llamada Diana, y la progresiva e inevitable toma de conciencia de Lucio de que en torno a él, se está produciendo un misterioso tráfico de almas y cuerpos...