Hay un cantante en mi cabeza!
Las comedias francesas han alcanzado en los últimos años la popularidad y el éxito que necesitan y casi siempre están respaldadas por figuras de renombre. Dos en uno no escapa a la excepción, aunque el resultado quede a mitad del camino.
Gilles Gabriel (Alain chabat) es una ex-estrella de la canción, un personaje parecido al Juan Peruggia de la tira Todos contra Juan. Vive del único éxito que le dejó un pasado glorioso y pocos lo recuerdan. Gilles muere en un accidente de auto causado por Jean-Christian (Daniel Auteuil), su espíritu se aloja en el cuerpo del conductor y ambos deberán aprender a compartir situaciones íntimas.
Con toques de Hay una chica en mi cuerpo, la película no siempre resulta divertida a pesar de la correcta actuación de Daniel Auteuil y el ritmo musical que intentan plasmar los directores. Lo peor del film es que huele a viejo (la música cambia el estado de ánimo y las decisiones de sus superiores en medio de una convención, muy al estilo Enrique Carreras) y situaciones vistas hasta el hartazgo.
La voz oculta que se refugia en la cabeza de Jean-Christian genera enredos y confusiones varias y, en ese sentido, se destaca la escena en la que es sometido a una prueba médica por un profesional o las tomas subjetivas que plagan el relato. El resto se limita a mostrar los rasgos esquizoides del personaje central y entrega un desenlace cícilico.