Hermanos eran los de antes
Luego de El nido vacío, el director Daniel Burman reúne en su nuevo film a dos íconos, uno del cine y, el otro, de la escena nacional: Graciela Borges y Antonio Gasalla.
En este film, los intérpretes dan vida a dos hermanos que viven de manera conflictiva un vínculo de amor-odio que se acrecienta luego de la muerte de su madre (una excelente Elena Lucena).
Basada en la novela Villa Laura, de Sergio Duvcovsky, la película de Burman se toma ciertas licencias con respecto al texto original, pero lo alimenta y explora el tema de la orfandad a través de dos personajes que se encuentran en las antípodas pero que se necesitan para sobrevivir.
Esta historia transcurre en Carmelo (Uruguay) y luego se traslada a Buenos Aires. El mundo ficticio construido por Susana (Borges), sus delirios y actitudes, y la decadencia de una clase social que conoció un pasado mejor, es lo más destacado del relato. En tanto, su hermano Marcos (Gasalla) encuentra consuelo y oxígeno a través del teatro. Buena historia, con un desempeño magistral de Borges y logrados puntos dramáticos de Gasalla (la escena del velatorio). Burman se aleja de la temática de sus films anteriores.