Thelma y Luisa
Qué lástima cuando se desaprovechan grandes actrices para convertir una idea -que podría funcionar- en un pastiche que sólo genera algunas leves sonrisas y que termina confirmando el mal gusto de una industria que ya no sabe cómo atraer a la gente a los cines con productos menores.
Dos locas en fuga (Hot Pursuit, 2015) podría haberse transformado en una gran comedia pero lamentablemente con un guión que atrasa años, y que toma los peores estereotipos del género, termina volviendo predecible, aburrida y cuesta arriba, una trama que tenía todo para ganar, principalmente en el carisma de sus protagonistas.
En la historia de Rose Cooper (Reese Witherspoon), una policía que fue relegada al escritorio de objetos perdidos luego de un incidente en la vía pública, y que de un día para otro es trasladada hacia un caso de custodia de protección de testigos, había una premisa que en el contraste facilitaría el humor y el gag. Porque en vez de potenciarse el humor se suma el tedio y el lugar común hasta niveles insospechados: Rose es nerd, exagerada, sabihonda, con poca calle y mucho por aprender, mientras que Daniela Riva (Sofía Vergara) es una de las damas del narco, hueca, materialista, obsesiva de los detalles. Rose debe acompañar a Daniela para que llegue a testificar contra uno de los capos de la mafia latina.
Claramente Cooper contrastará con Riva, pero a pesar de que ésta le falte el respeto, la ningunee y la desatienda, ella sigue con su misión de protegerla hasta las últimas consecuencias sin percibir las verdaderas intenciones de la latina. Ni cuando se den cuenta que serán víctimas de los allegados al capo mafia, que intenta a través de sus secuaces liquidarlas antes que lleguen a testificar. Ambas escapan en busca de un lugar tranquilo sin saber que no deben confiar en nada ni en nadie con el fin de salvarse el pellejo.
La trama es simple, pero con el aditamento de información exagerada sobre la cultura latina, y con el estereotipo y el trazo grueso. Ningún chiste termina de redondear una idea que atrasa y que con una dirección de cámaras tradicional no suma nada a la propuesta.
Cuando una dupla no funciona, pero no por un tema del guión sino porque la química exagerada y construida cae de maduro, es cuando un producto como Dos locas en fuga termina por convertirse en un film menor, muy menor y que no genera risas, sino todo lo contrario.
La directora Anne Fletcher lamentablemente se ocupa más de intentar contener a la sobreactuada Sofía Vergara (quien termina repitiendo más clichés en su interpretación de la mafiosa reconvertida), que en aprovechar las ganas de Reese Witherspoon de sobresalir en las pocas oportunidades que le dan a su personaje (el gag Justin Bieber es lo mejor del film).
Película olvidable que busca un rumbo que pierde a los pocos minutos de iniciada la acción. Hay que dejar pasar a estas dos locas para que sigan en fuga hacia otros lugares.