Un tema complicado en tono de comedia
Diego y Richard son dos médicos reconocidos dueños de una importante clínica, socios y amigos desde hace más de 10 años. Diego esta casado con Emilia, tiene un hijo adolescente, y lleva una vida estructurada. Richard vive desde hace años con Betina y son mucho más abiertos. En un festejo en que los cuatro están juntos, Betina le sincera a Emilia que ella y su pareja son swingers y que les gustaría unirlos a ella y Diego.
A Emilia le llega la propuesta y la hace ver de otra manera una especie de insatisfacción que siente en su matrimonio, y por eso se lo comenta a Diego. Este no quiere saber nada hasta que en algún momento cederá a la propuesta. Este tema bastante complicado para algunos y común para otros es el que trae está nueva propuesta del director Diego Kaplan. Kaplan es un director que tanto en televisión como ahora con este film le gustan los temas transgresores. Aquí por momentos trata el tema de la pareja y de los swingers con profundidad que, lamentablemente, Kaplan deja diluir en comedia de enredos hasta el final del film.
Quizás porque creyó que el público no estaba preparado para este tipo de temas en una comedia o porque quiso explotar el potencial de sus actores por sobre el tema, es que se pasa por sobre arriba del tema hasta casi el final donde cierta circunstancias entre dos personajes del cuarteto protagónico tienen que decidir una situación. Recién allí, pero por unos pocos minutos del film, se trata el tema con profundidad y con las dificultades que puede traer.
Durante todo el resto es una comedia pasatista con un tema transgresor. Si vale remarcar del film el muy buen trabajo de los actores `protagónicos del mismo. Juan Minujin con un trabajo correcto y preciso en su papel de Richard, lo mismo que Carla Peterson. Julieta Díaz, que hace bastante que no se la ve en comedia en cine, muestra que cualquier papel le sienta bien y es creíble en un ciento por ciento. Adrián Suar tiene un papel hecho a su medida con el que logra un excelente trabajo con un personaje que, pudiendo rayar con el ridículo, su capacidad y talento lo convierten en alguien con el que algunos espectadores puedan, en algún momento puedan identificarse. Si quiere pasar un buen rato, divertido, “Dos más dos” es una buena opción