DOS MAS DOS es TRES…
Dos más dos tiene buenos diálogos, buenos actores, escenas y frases muy graciosas y un gancho que atrae al público (intercambio de parejas). Por eso es un éxito de taquilla, pero… ese es el problema… esta película tiene un pero.
Vamos con la historia: Diego, Emilia, Richard y Betina son dos parejas amigas de toda la vida. A los 40 años son exitosos profesionales. Una noche de celebración Richard y Betina les confiesan a sus amigos que practican el intercambio de parejas… y que les encantaría compartir esa práctica con ellos. Hasta ahí vamos bien, un cambio, una pregunta y un mundo de prejuicios que comienza a socavar la cabeza de Diego (Adrián Suar).
La idea está planteada muy bien desde el comienzo: un típico marido conservador que se encuentra interpelado por un ambiente distinto y con millones de prejuicios en las prácticas sexuales. Los comentarios, las preguntas y las confesiones que se dan a raíz de esta propuesta logran robar varias carcajadas y, si le sumamos a Alfredo Casero con su despreocupada figura como organizador de los encuentros swingers, podemos contar con una buena comedia.
Si seguimos sumando, podemos decir que la estética de la película está muy bien cuidada pero, muchas veces, cae en un sobre cuidado que no tiene nada que ver con el momento. Es el caso del desnudo de los cuatro personajes en el living de la casa. Pero vamos a darle permiso a este exceso, dado que es un película pensada para toda la familia.
El gran logro, sin dudas, radica en la elección del elenco. Los cuatro protagonistas logran ser absolutamente creíbles en sus roles y demuestran mucha química. Adrián Suar y Carla Peterson no dejan de demostrar que son muy buenos en la comedia y, por su parte, Julieta Diaz y Juan Minujín se adaptan a todo lo que se les proponen.
Pero… y aquí esta el gran problema…
El guion viene muy bien desarrollado, la comedia no cae y la risa no para de crecer, pero se mete el drama en el medio y un cartel de “2 años después” que no resuelve nada. Desde el punto de vista de una película con temática más liberal y apuntando a un juego con lo sexual, tomando las prácticas swingers como punto de partida, el final cae en un prejuicio o en un mensaje “moralizador” de lo que puede pasar sin permitir otra resolución.
No me pareció para nada un final feliz, y creo que por ahí viene el pero… es todo muy lindo, muy gracioso, sin escrúpulos… pero sale mal… la amistad se destruye, se termina la sociedad y a las parejas no se las ve felices (quizás en un intento de generar intriga en el espectador, o quizás en un mensaje claro de “esto fue un gran error”).
1: Buena comedia,
2: buenos diálogos,
3: buenos actores, pero…
4: mal final…
DOS MAS DOS es TRES…