Traiciones
La comedia argentina que será seguramente uno de los éxitos de la temporada llega a los cines con Adrián Suar, Julieta Diaz, Juan Minujín y Carla Peterson como principales protagonistas y con la dirección de Diego Kaplan, recordando que la unión Suar-Kaplan vuelve a trabajar juntos luego de ese taquillazo que contaba con Florencia Bertotti y que se llamada Igualita a Mi.
Dos más Dos sigue a Diego (Suar) y a Richard (Minujín), dos mejores amigos y socios de una exitosa clínica que andan por los 40 años. Diego se encuentra casado con Emilia (Diaz) desde hace 17 primaveras y con un hijo adolescente, en una relación cargada de rutina y comodidad. Richard en cambio hace 10 años que está de novio con Betina (Peterson) y están en la plenitud de su relación, de la mano de la práctica swinger que llevan haciendo hace más de 3 años. La idea de Betina es incluir y meter a Emilia y Diego en ese mundo para que experimenten nuevas sensaciones y puedan salvar su matrimonio y aunque Emilia está más convencida, la cautela y el conservadurismo de Diego presentan una dificultad para concretar ese plan.
Este nuevo film de Diego Kaplan es una película llamativa, y digo llamativa por como consigue tirar por la borda en 20 minutos lo que venía construyendo con muy buen pulso en más 80. Dos más Dos presenta en su punto de giro final una traición, un engaño entre los protagonistas. Pero esa ingratitud traspasa la pantalla estirándola hacía nosotros, porque en gran parte de su metraje lo que la cinta pregona es abrir las mentes de las relaciones, que experimenten nuevas sensaciones y hasta instala (con liviandad, pero lo instala al fin) una especie de debate sobre lo que es o no es ser infiel. El problema es que luego de esa traición la película termina dejando un mensaje totalmente conservador y puritan que simplificado podría ser "no experimentes nada nuevo con tu pareja porque te pueden traicionar y arruinar tu relación". Para colmo de males ese conflicto final se plantea y se resuelve de manera totalmente arbitraria, torpe y liviana donde las coincidencias están a la orden del día. Un acontecimiento como el que muestra Dos más Dos no puede ser "arreglado" fuera de campo y con un sencillo "Y dos años más tarde". La hora inicial, el desarrollo de las situaciones homorísticas y los personajes merecían otra resolución.
Por lo tanto resulta bastante triste como Kaplan traiciona el rumbo de la cinta, incluso cuando la película planteaba con argumentos sólidos algunas ideas muy interesantes sobre las relaciones y su propio mundo, para taparlos con una media hora final cargada de mesura, antigüedad y principalmente carente del espíritu juvenil, "revolucionario" y fresco que cargaba en su hora inicial.
El mencionado póker de actores principales integrado por Adrián Suar, Julieta Diaz, Juan Minujín y Carla Peterson son el principal causal (junto a su buena hora inicial) de que la importante trastabillada final de Dos más Dos no conforme un desastre absoluto.