Una comedia adulta que toca un tema tabú: los swingers, o intercambio de parejas.
Esta no es la típica comedia familiar a la que nos tiene acostumbrados Adrián Suar "Un novio para mi mujer" y el Director Kaplan como lo fue "Igualita a mí". Esta toca un tema más adulto y con la idea que los espectadores armen alguna polémica.
La historia gira en torno a dos parejas amigas: por un lado Diego (Suar) y Emilia (Díaz) y otra compuesta por Richard (Minujín) y Betina (Peterson), la primera tiene un hijo de unos 14 años, con 17 años de casados y la otra pareja no tienen hijos están juntos hace 10 años; ellos son amigos, socios y profesionales.
A ellos en una jornada Iberoamérica de cirugía cardiovascular les entregan un premio, luego van a festejar junto a sus esposas, Richard y Betina se besan efusivamente y ella dice que quiere confesarles algo, y todo termina detenido ahí. Como suelen hacer las mujeres cuando van al baño a chusmear y a veces se cuentan cosas, es cuando Betina le cuenta que ellos practican el intercambio de pareja, que son swingers, hace 3 años y le propone experimentar con ellos y le va dando detalles.
Esta confesión despierta las fantasías dormidas de Emilia Sanguinetti le insiste a Diego su esposo, que acepte la invitación, ella tiene curiosidad e inquietud, sus argumentos son que: esto fortalece la pareja, te da más seguridad, mejora la relación y aunque Diego se niega termina cediendo. Los espectadores iremos viendo como se desarrolla los hechos y su desenlace final.
Su narración intenta divertir y transgredir en todo momento y la idea es que los espectadores armen una polémica. Los diálogos suenan a frases hechas, le falta tensión y caen en lugares comunes, con respeto a las actuaciones hay que decir que el joven Tomás Wicz como Lucas, realiza las escenas con gran soltura. Minujin y Peterson componen personajes sensuales, creíbles y llenos de matices; Julieta Díaz y Casero están bastantes desaprovechados y este último no encaja demasiado en la historia, Suar repite alguno de sus personajes, y esto es correcto, hace de Suar. Tiene enredos, gags y dramatismo. Cuenta con buena estética por el lado de la fotografía de Félix Monti (“El mural”, “El secreto de tus ojos”), toda una garantía.