Todo comienza con un acantilado en algún destino paradisíaco de la costa francesa. De esa zona proviene Sam (Omar Sy), el protagonista de esta historia, que ya de adulto -una convención que como, verán en breve, no lo identifica- recuerda el momento en que su padre lo llevó hasta allí para darle una lección de vida. Sin alejarse demasiado de ese lugar, Sam trabaja como chofer de un yate por un tema práctico ya que, cuando las excursiones turísticas terminan, él se prepara para lo que realmente importa: la fiesta.