SOCIOS POR ACCIDENTE
No debería sorprender lo de Shane Black, guionista ni más ni menos que de las cuatro películas de la saga Arma mortal, y sin embargo sorprende. Quizás porque su tono hace que Dos tipos peligrosos sea una película distinta… Su aire vintage no apunta a la ya gastada nostalgia sino que resulta revitalizante.
Mitad policial negro, mitad comedia, hay en Dos tipos… dosis similares de violencia e ironía. Acaso sea la fórmula que define a Shane Black, ya como director o como guionista, pues de eso también hay en Kiss Kiss Bang Bang y en Iron Man 3. Ocurre que, al igual que Arma mortal, Dos tipos peligrosos es una buddy movie y en este territorio Black se mueve como pez en el agua. Jackson Healy (Russell Crowe) y Holland March (Ryan Gosling) son los miembros de la “pareja dispareja” y hay que decir que si el primero lo hace muy bien, el segundo directamente asombra. El actor de Drive se saca la camiseta de galán y se pone la del borracho desastroso que lo acerca a la figura del comic relief.
Healy y March, dos detectives privados en Los Ángeles a fines de los 70, deben resolver el misterioso caso de la muerte de Misty Mountains, una famosa estrella del porno. Los ronda el nombre de una tal Amelia (Margaret Qualley, a quien ya hemos visto como Jill en la gran The Leftovers), quien parece ser la pieza clave para resolver la incógnita y descubrir, de paso, que hay mucha mugre escondida bajo la alfombra. Baste decir que el mismísimo Departamento de Justicia, liderado por Judith Kuttner (Kim Basinger), podría estar involucrado.
Ubicada en las mismas coordinadas espacio-temporales que la Inherent Vice de Paul Thomas Anderson, estrenada el año pasado, pero desde géneros distintos y disímiles maneras de narrar, The Nice Guys también transcurre entre hippies y criminales. Se evidencia en ambas la idea del cine como lugar de resistencia. Verlas a modo de dítpico quizás sea una experiencia tan atrayente como gratificante.//∆z