Lo que parece una película más sobre los problemas de la intelectualidad burguesa parisina se revela como un estudio un tanto más complejo y hasta paródico de ese insular mundillo. Con Juliette Binoche y Guillaume Canet.
Todo lo que cualquier mortal podría encapsular como “lo francés” parece estar expuesto, de entrada, en DOUBLES VIES, la nueva película de Assayas. Los intelectuales parisinos discutiendo autores y formatos literarios, las conversaciones de bar, los amantes y enredos amorosos, la gente de la cultura tirándose sobre la mesa citas y referencias. Y así. Uno podría pensar que, desde un lugar raro, el director de IRMA VEP, que no parecía adecuarse demasiado bien a esta idea burguesa del cine francés como franquicia internacional, terminó cooptado y pasó a ser miembro clave de ese grupo que hace creer que el “afrancesamiento” es más que un cliché.
Todo lo que cualquier mortal podría encapsular como “lo francés” parece estar expuesto, de entrada, en DOUBLES VIES, la nueva película de Assayas. Los intelectuales parisinos discutiendo autores y formatos literarios, las conversaciones de bar, los amantes y enredos amorosos, la gente de la cultura tirándose sobre la mesa citas y referencias. Y así. Uno podría pensar que, desde un lugar raro, el director de IRMA VEP, que no parecía adecuarse demasiado bien a esta idea burguesa del cine francés como franquicia internacional, terminó cooptado y pasó a ser miembro clave de ese grupo que hace creer que el “afrancesamiento” es más que un cliché.