DIVERTIDA INTELECTUALIDAD
El francés Olivier Assayas debe ser uno de los directores más cinéfilos del presente. En sus películas el cine puede ser sustancia o puede ser materia, y en Doubles vies hay más de lo primero que de lo segundo: en los diálogos, en el montaje, en la forma en que los personajes y sus vínculos se van construyendo ante nuestros ojos hay una evidente intervención de lo cinematográfico, de ese verosímil que se parece y no se parece a lo real. Lo curioso en el caso de esta película es que lo cinéfilo se presenta con gracia y lejos del estudio y la reflexión pedante. Doubles vies es una comedia, y es una tan fluida, tan chispeante, tan escurridiza y divertida, que pareciera que en su vida Assayas sólo ha hecho comedias. Así de perfecto es el mecanismo que moviliza esta historia de amores cruzados e intelectuales que discuten sobre los nuevos hábitos de consumo cultural.
Los protagonistas son un exitoso editor parisino, uno de sus autores de toda la vida y sus parejas. Doubles vies es una película sobre la palabra como elemento que dirige la puesta en escena: 108 minutos de diálogos y más diálogos que fascinan y organizan cada plano. Pero también sobre la palabra como personaje y objeto de análisis, especialmente la palabra escrita, fuente indispensable de una industria editorial que comienza a hacerse demasiadas preguntas. Sobre redes sociales, papel impreso, digitalizaciones y demás bellezas que son puestas en crisis en este presente trata la nueva película de Assayas. Por temas, afinidades intelectuales, estructura y forma hay en este film una suerte de homenaje implícito al cine de Woody Allen.
Llamativamente en Doubles vies no hay casi personajes jóvenes porque a Assayas lo vuelve a obsesionar un asunto, el tiempo. Y el paso del mismo es lo que pone en crisis a sus personajes, que parecen estar corriendo sobre parejas, vínculos y trabajos insatisfactorios. Assayas nunca pierde el humor y el cuarteto que integran Guillaume Canet, Juliette Binoche, Vincent Macaigne y Nora Hamzawi está perfecto. Hay un chiste que relaciona Star Wars, La cinta blanca y sexo oral que es seguramente lo más gracioso escucharán este año en una sala de estreno.